Beber agua es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Durante décadas, la recomendación de consumir al menos ocho vasos diarios ha sido un estándar, pero un reciente estudio de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) sugiere que superar esta cantidad puede traer beneficios adicionales significativos para la salud.
El análisis, publicado en JAMA Network Open, revisó 18 ensayos clínicos y encontró que aumentar la ingesta diaria de agua no solo favorece la hidratación, sino que también mejora varias condiciones de salud. Entre los beneficios destacados están la pérdida de peso, la prevención de cálculos renales, la reducción de migrañas y la disminución de infecciones urinarias en mujeres con historial recurrente.
Benjamin Breyer, presidente del Departamento de Urología de la UCSF, explicó que “beber más agua puede ser una intervención simple y de bajo costo para prevenir problemas comunes de salud”. Esto incluye controlar la diabetes y mejorar la presión arterial en ciertos grupos de pacientes, mostrando que la hidratación adecuada tiene un impacto más amplio del que se pensaba.
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Sin embargo, el estudio también evidenció limitaciones. Aunque los beneficios son claros en áreas específicas como la prevención de cálculos renales y la pérdida de peso, no todos los resultados fueron consistentes ni estadísticamente significativos. Además, factores como edad, sexo y entorno influyeron en la efectividad del aumento de agua en distintas personas.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta diaria de 3,2 litros para hombres y 2,7 litros para mujeres en climas templados, pero recalca que las necesidades individuales pueden variar. Escuchar al cuerpo y consultar con un médico son claves para encontrar el balance adecuado, especialmente en casos de antecedentes de problemas renales o infecciones urinarias.
Promover el consumo adecuado de agua, con su bajo costo y sin efectos secundarios significativos, sigue siendo una herramienta esencial en la salud pública. Este hábito básico tiene el potencial de prevenir enfermedades y mejorar el bienestar en una sociedad cada vez más consciente de la importancia de la salud preventiva.
Fuente: Infobae
