Según el último reporte del Ministerio Público, en lo que va del 2024, 29 casos de feminicidio han sido registrados en Paraguay, dejando un saldo preocupante de 61 niños, niñas y adolescentes huérfanos. La violencia de género continúa afectando profundamente a las familias paraguayas, evidenciando una problemática que requiere atención inmediata y acciones concretas.
El informe, parte del Programa de Datos Abiertos, detalla que 28 causas fiscales se encuentran abiertas por feminicidio. Entre los casos más graves, se destaca el asesinato de una joven que intentó defender a su madre, así como un hecho en el que la madre de la víctima fue asesinada durante un ataque de tentativa de feminicidio. Otro caso permanece en proceso bajo la carátula de homicidio/feminicidio.
En cuanto a los métodos utilizados en estos crímenes, 7 víctimas murieron por armas de fuego, mientras que 11 fueron asesinadas con armas blancas. Además, 6 mujeres fallecieron por golpes (traumatismo), 5 por asfixia, y una víctima sufrió un shock séptico. También se registró un caso en el que la víctima fue abusada sexualmente antes del feminicidio, resaltando el grado de violencia en algunos de estos crímenes.
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El informe señala que en 6 casos se registró un alto nivel de ensañamiento. Una de las víctimas recibió más de 40 puñaladas, mientras que otra presentaba 26 heridas y fracturas múltiples, lo que evidencia el grado extremo de agresión ejercido por los agresores.
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La cifra de feminicidios no solo representa la pérdida de vidas, sino que también deja a decenas de niños en situación de vulnerabilidad. Según el reporte, 25 de las víctimas eran madres, lo que afectó directamente a sus hijos. De las fallecidas, 25 eran paraguayas y 2 brasileñas.
En paralelo a estos casos, la Fiscalía ha abierto 48 carpetas fiscales por tentativa de feminicidio, reflejando una tendencia preocupante en el país. Los niños que quedan huérfanos como consecuencia de estos crímenes enfrentan un futuro incierto, ya que no siempre son acogidos por familiares cercanos, lo que incrementa el riesgo de vulneraciones a lo largo de su niñez y adolescencia.
Fuente: Judiciales.net