El grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza y ha sido designado como organización terrorista por Paraguay desde 2019, solicitó al gobierno del presidente Santiago Peña revertir el traslado de su embajada en Israel a Jerusalén. Este pedido se enmarca en la reciente visita del mandatario paraguayo al Estado judío, donde reinauguró la sede diplomática en dicha ciudad.
En un comunicado, Hamás calificó el traslado como una “vulneración” de los derechos palestinos y una violación de las resoluciones de las Naciones Unidas, que consideran Jerusalén Este como un territorio palestino ocupado.
“Pedimos al Gobierno paraguayo revertir esta decisión, y ponerse del lado de los valores de humanidad, justicia y legalidad, y apoyar a nuestro pueblo oprimido”, dijo el grupo islamista en un mensaje.
Además, el grupo instó a Paraguay a adoptar una postura alineada con “valores de humanidad, justicia y legalidad” y apoyar la causa palestina frente a lo que describen como opresión por parte de Israel.
La decisión de reinstalar la embajada en Jerusalén fue oficializada el jueves pasado en una ceremonia liderada por Peña junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Durante el evento, Peña reafirmó que Jerusalén es la capital histórica del pueblo judío desde hace 3.000 años, consolidando así el respaldo de Paraguay a la postura israelí en este conflicto.
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El traslado de la embajada ha sido un tema controvertido en Paraguay. En 2018, el entonces presidente Horacio Cartes ya había tomado una decisión similar, pero su sucesor, Mario Abdo Benítez, revirtió la medida para mantener la neutralidad diplomática. Con esta nueva reinstalación, Paraguay se suma a otros pocos países, como Estados Unidos y Guatemala, que mantienen embajadas en Jerusalén, desafiando el consenso internacional de mantenerlas en Tel Aviv.
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El estatus de Jerusalén sigue siendo uno de los puntos más complejos del conflicto palestino-israelí. Mientras Israel proclama la ciudad como su capital única e indivisible, los palestinos reivindican Jerusalén Este como la capital de su futuro Estado. Estas posturas opuestas han perpetuado tensiones políticas y religiosas que dificultan cualquier resolución definitiva.
La comunidad internacional, en su mayoría, respalda mantener las embajadas en Tel Aviv para evitar interferencias en las negociaciones de paz. Sin embargo, decisiones como la de Paraguay reavivan debates sobre el equilibrio entre soberanía y diplomacia en este prolongado conflicto.
Fuente: ABC Color
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