El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Jalil Rachid, anunció la finalización de la cooperación con la Agencia de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos. La decisión, oficializada mediante una carta enviada el 6 de diciembre, se sustenta en la necesidad de optimizar recursos y fortalecer áreas operativas clave dentro de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
En su escrito de tres páginas, Rachid subrayó que los convenios firmados anteriormente no estipulaban un plazo definido para la vigencia de la Unidad Especial de Investigación (SIU), lo que respaldaría la conclusión de esta colaboración. Además, enfatizó que la redistribución del personal operativo es crucial para la eficiencia de las actividades de la Senad.
Durante una conferencia de prensa realizada el pasado sábado, Jalil Rachid reiteró estas razones, acompañado por el ministro del Interior, Enrique Riera, y otras autoridades. Sin embargo, el anuncio causó desconcierto, especialmente tras la publicación de un artículo en The Washington Post que revelaba el impacto de esta decisión en la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico.
Esta es la nota que envió el ministro de la Senad, Jalil Rachid, a la DEA para informar sobre el cese de la cooperación.
✍ «La decisión institucional responde a la necesidad de optimizar la redistribución del personal operativo y fortalecer otras áreas operativas», indicó… pic.twitter.com/azEpyMUDta
— Monumental AM 1080 (@AM_1080) December 10, 2024
Incertidumbre por la decisión
El cese de esta colaboración plantea interrogantes sobre la capacidad de la Senad para enfrentar el narcotráfico sin el respaldo de la DEA. El comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, admitió que no estaba al tanto de los planes de reestructuración, lo que subraya la falta de comunicación interna sobre esta decisión estratégica.
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A pesar de las explicaciones oficiales, la medida genera preocupación. Diversos analistas han señalado que el limitado personal operativo de la Senad podría dificultar la implementación de un enfoque integral contra el crimen organizado, especialmente en regiones clave donde el narcotráfico tiene una fuerte presencia.
¿Un cambio estratégico o un retroceso?
Aunque la Senad asegura que esta decisión busca fortalecer sus capacidades internas, la falta de un plan detallado y la exclusión de actores clave en la planificación del cambio generan dudas. La cooperación con la DEA ha sido históricamente un pilar en la lucha antidrogas, proporcionando no solo información sensible, sino también apoyo logístico y financiero.
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Por ahora, la ruptura con la DEA deja más preguntas que respuestas sobre el futuro de la lucha antidrogas en Paraguay.
Fuente: Última Hora
