Vista aérea de la ciudad de Asunción, Paraguay.
La débil institucionalidad y la corrupción constituyen los principales obstáculos para el desarrollo económico de Paraguay, según el análisis presentado por Todd Martínez, director senior y codirector de las Américas en el Grupo de Soberanos de Fitch Ratings, durante un conversatorio virtual organizado en el marco del Día Internacional contra la Corrupción.
El evento, titulado “Paraguay y grado de inversión: perspectivas económicas y lucha contra la corrupción”, contó con la participación del experto internacional y del economista César Barreto, exministro de Hacienda, bajo la organización del Instituto de Derecho y Economía Ambiental y la Cámara de Comercio Internacional Paraguay.
A pesar de que Paraguay proyecta una imagen de “estrella regional” por su estabilidad macroeconómica, Martínez señala que esta percepción no se traduce en atracción de inversión extranjera directa (IED). La calificación BB+ otorgada por Fitch Ratings, inferior al grado de inversión alcanzado con Moody’s, refleja estas limitaciones estructurales.
La debilidad institucional del Poder Judicial emerge como una preocupación central para los inversionistas internacionales. La falta de confianza en el sistema judicial como árbitro confiable para disputas comerciales contribuye a que Paraguay mantenga una de las tasas más bajas de IED entre países con calificación similar.
Esta deficiencia institucional impacta directamente en el crecimiento económico del país. Con una tasa promedio de 2,8% en la última década, Paraguay se ubica en una posición intermedia a nivel regional, muy por debajo de países como Perú, que alcanzó el grado de inversión con tasas superiores al 5%.
La baja recaudación tributaria representa otro síntoma de la débil institucionalidad paraguaya. La alta informalidad económica, combinada con la percepción de corrupción en el uso de recursos públicos, genera resistencia ciudadana al pago de impuestos, creando un círculo vicioso que afecta las finanzas estatales.
El análisis de Martínez destaca que, si bien Paraguay ha mostrado avances en la administración tributaria, se requieren medidas más contundentes para fortalecer el perfil crediticio del país. La carga tributaria actual resulta insuficiente para sostener las obligaciones financieras del Estado.
La situación fiscal requiere atención urgente, considerando que la deuda pública se ha duplicado y los intereses se han triplicado como proporción de los ingresos. El retorno a la convergencia fiscal, aunque necesario, no será suficiente sin reformas estructurales complementarias.
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Entre los desafíos pendientes, Martínez señala la necesidad de implementar la reforma de la Caja Fiscal, desarrollar el mercado de capitales local y fortalecer las finanzas públicas. Estas medidas resultan fundamentales para que Paraguay pueda alcanzar y mantener el grado de inversión.
El experto concluye que Paraguay necesita abordar simultáneamente múltiples reformas estructurales para maximizar su potencial económico. La mejora en la institucionalidad y la lucha contra la corrupción emergen como condiciones esenciales para atraer inversiones y acelerar el desarrollo del país.
Fuente: ABC Color
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