El volcán Kanlaon, ubicado en la isla de Negros en Filipinas, registró una intensa erupción la mañana de hoy. De acuerdo con el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs), la actividad explosiva generó una nube de cenizas que se elevó hasta 3.000 metros sobre la cima, desplazándose hacia el oeste-suroeste. La situación despertó la alarma de las autoridades, quienes elevaron el nivel de alerta e instruyeron medidas inmediatas de prevención.
A raíz de la erupción, el Gobierno filipino inició el desalojo urgente de aproximadamente 87.000 personas que habitan en un radio de 6 kilómetros en torno al volcán. La prioridad es salvaguardar la integridad de las familias residentes en áreas potencialmente afectadas por la caída de cenizas, el flujo piroclástico y otros posibles fenómenos asociados a la actividad volcánica. Este operativo de evacuación pretende minimizar riesgos y garantizar la seguridad de la población.
Las autoridades locales han indicado a los ciudadanos seguir las recomendaciones oficiales, evitar las zonas cercanas al cráter y mantenerse informados a través de fuentes confiables. El Gobierno, en coordinación con organizaciones de socorro, trabaja para proporcionar refugio temporal, agua potable, alimentos y asistencia médica en los centros de evacuación asignados. Asimismo, se desplegaron equipos especializados para monitorear la actividad del Kanlaon las 24 horas.
El Kanlaon es uno de los volcanes más activos de Filipinas y sus erupciones pueden tener consecuencias en amplias zonas de la isla de Negros. Esta región ha experimentado eventos similares en el pasado, lo que ha impulsado a las autoridades a establecer planes de contingencia y protocolos de respuesta rápida. La meta es reforzar la prevención, evitando pérdidas humanas y reduciendo el impacto en la economía local.
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El Phivolcs mantiene un seguimiento constante de la actividad sísmica y volcánica, publicando reportes actualizados y proporcionando información a las instituciones involucradas en la gestión del desastre. Este estrecho vínculo entre las agencias gubernamentales y el instituto científico fortalece la capacidad de reacción ante fenómenos naturales.
Mientras la erupción sigue en curso, la población espera que la situación se estabilice en las próximas horas o días. Las autoridades hacen un llamado a la calma y subrayan la importancia de respetar las medidas preventivas. Este escenario pone a prueba la eficacia de las estrategias de mitigación y la resiliencia de las comunidades frente a desastres naturales.
Fuente: DW
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