El árbol navideño instalado en el Paseo 21° Proyectada, en la intersección de las avenidas Morelos y 21 Proyectada de Asunción, ha generado una oleada de críticas en redes sociales. A pesar de haber sido declarado de interés municipal y presentado como un símbolo de esperanza, la instalación no logró la aceptación esperada por parte de los ciudadanos.
Con una altura de cuatro metros y ubicado en una zona con altos índices de inseguridad, el árbol fue anunciado con entusiasmo en las redes sociales oficiales del municipio. “¡Las Luces de Esperanzas ya brillan! Este árbol llenará de alegría el corazón de todos los visitantes, invitándolos a vivir el espíritu navideño”, publicaron en Facebook y X junto a fotografías de la instalación.
Sin embargo, la respuesta de los internautas fue mayoritariamente negativa, calificando el árbol como un símbolo insuficiente en relación con los problemas estructurales que enfrenta la ciudad.
Usuarios como Rodrigo Y, en X, señalaron la falta de gestión de la comuna en asuntos prioritarios: “Hubiera sido mejor no hacer nada. Así como no hacen absolutamente nada respecto a lo que realmente interesa al municipio y al contribuyente”.
Otros comentarios, como el de Braulio Zelada, cuestionaron la calidad de la instalación y la gestión de recursos: “Para la cantidad de impuestos que colectan y la cantidad de dinero que roban, ese árbol no solo es horrible, sino que también es un insulto a los asuncenos”.
Por su parte, Mauri Bogarín expresó en tono irónico: “Seguro fue un canje por un lote en la Costanera de USD 300.000, así que tranqui nomás”.
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El coordinador del Centro Municipal N° 1 Itá Ybaté, Héctor Joel Ferreira, destacó que el árbol busca ser un símbolo de unidad y armonía en una zona históricamente afectada por la inseguridad. “Queremos un símbolo que nos identifique en esta Navidad. Este árbol traerá armonía para nuestra comunidad”, explicó días antes del encendido.
A pesar de las intenciones municipales, la iniciativa expone una desconexión entre las acciones simbólicas y las necesidades prácticas de los ciudadanos. Los reclamos reflejan un descontento generalizado con la gestión urbana y el uso de los recursos públicos.
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En un momento en que los ciudadanos demandan mejoras estructurales y mayor transparencia en la gestión municipal, iniciativas como el árbol navideño tienen el desafío de ir más allá de la decoración para convertirse en verdaderos motores de cambio y unidad. La reacción negativa pone de manifiesto la necesidad de acciones que prioricen las problemáticas más urgentes de la comunidad.
Fuente: Última Hora
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