Al término de la misa del octavo día del novenario en honor a la Virgen de Caacupé, un incidente llamó la atención de los fieles presentes. Un peregrino, que había viajado desde Fernando de la Mora con su familia, reclamó en voz alta al presidente Santiago Peña sobre la situación del país. “Tu pueblo llora sangre presidente, no hay remedios en los hospitales, están robando todo, tu país sufre”, exclamó el hombre, visiblemente frustrado.
El reclamo, realizado desde una distancia prudente, no obtuvo respuesta directa del mandatario. Sin embargo, uno de los escoltas de Peña reaccionó de manera violenta, empujando al peregrino frente a decenas de testigos. El incidente fue presenciado por varios fieles que habían asistido a la misa en la explanada de la Basílica de Caacupé, generando indignación entre los presentes.
#AHORA Ciudadanos reclamaron a Santiago Peña en Caacupé.
»No hay remedio en el hospital, están robando todo, el país sufre presidente. La única forma de decirle es acá porque se esconde siempre. Nosotros los trabajadores sufrimos», expresó un padre de familia.
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— Telefuturo (@Telefuturo) December 5, 2024
El hombre justificó su acción señalando que esta era la única oportunidad que tenía para expresar su descontento, ya que consideraba que el presidente no está accesible para escuchar a los ciudadanos. Su reclamo giró en torno a las carencias en el sistema de salud, la inseguridad y la percepción de falta de atención a las necesidades básicas de la población.
El acto de violencia del escolta presidencial ha suscitado críticas en redes sociales y entre los fieles que participaron en el evento religioso. Las imágenes y testimonios del incidente se viralizaron rápidamente, avivando un debate sobre el manejo de la seguridad del presidente y la relación entre los líderes políticos y la ciudadanía.
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A pesar del incidente, el presidente Peña continuó con su agenda sin referirse públicamente al hecho. Mientras tanto, sectores de la sociedad civil y activistas de derechos humanos han solicitado explicaciones y medidas para garantizar que los ciudadanos puedan expresar sus preocupaciones sin temor a represalias.
El evento pone en evidencia las tensiones que persisten entre el gobierno y una parte de la población, especialmente en momentos de alta sensibilidad como el novenario de Caacupé, considerado un espacio de fe y reflexión colectiva.
Fuente: Ultima Hora