Amnistía Internacional (AI) ha señalado por primera vez en su historia la existencia de un genocidio en el contexto de un conflicto armado. En un informe de 300 páginas presentado en La Haya, la organización acusa a Israel de cometer genocidio contra la población palestina de Gaza tras los ataques del 7 de octubre de 2023, en los que Hamás mató a 1.200 personas y secuestró a otras 250 en territorio israelí.
El documento, basado en 14 meses de investigación, incluye testimonios, imágenes satelitales, informes médicos y análisis jurídicos en el marco de la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio (1948). Según AI, Israel ha cometido tres actos prohibidos por la Convención: matanza, lesiones graves a la integridad física o mental, y sometimiento a condiciones de existencia que podrían llevar a la destrucción de la población palestina.
La Franja de Gaza, con una población de 2,2 millones de personas, ha sido escenario de ataques aéreos que, según el informe, han causado más de 40.000 muertes desde octubre de 2023 hasta 2024. De estas, casi el 69% eran niños, mujeres y ancianos, mientras que el resto corresponde a hombres cuya condición de combatientes no ha sido confirmada. Además, el 90% de la población ha sido desplazada de sus hogares múltiples veces, mientras que el 84% de las instalaciones sanitarias y el 57% de la infraestructura de agua han sido destruidas.
“La intención genocida es clara”, afirmó Erika Guevara Rosas, directora global de investigación de AI. Según el informe, Israel ha sometido deliberadamente a los palestinos a condiciones que podrían causar su destrucción parcial o total, incluidas restricciones extremas de recursos básicos como agua, alimentos y atención médica.
Amnistía Internacional también señala al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y al exministro de Defensa Yoav Gallant como responsables directos de actos genocidas, apoyados por una retórica deshumanizadora que, según el informe, promovió la destrucción de la población palestina. El Tribunal Penal Internacional (TPI) ya ha solicitado órdenes de arresto por crímenes de guerra y contra la humanidad contra estos líderes.
Por otro lado, el informe reconoce las atrocidades de Hamás, describiendo su ataque del 7 de octubre como “el más mortífero en la historia de Israel en un solo día”. Amnistía también exigió la liberación de los rehenes israelíes y señaló la presencia de miembros de Hamás en zonas civiles, lo que, según ellos, no justifica los actos genocidas perpetrados por Israel.
El informe de AI sitúa el genocidio dentro de un contexto más amplio de ocupación ilegal del territorio palestino. Según la organización, el nivel de control de Israel sobre los territorios palestinos ha alcanzado las condiciones de un apartheid, tratándolos como un “subgrupo” con derechos humanos inferiores.
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Además, advierten que la situación podría derivar en la anexión ilegal de territorios palestinos, un acto contrario al derecho internacional que pondría en peligro cualquier esfuerzo por una solución de dos Estados.
La secretaria general de AI, Agnès Callamard, instó a los tribunales internacionales a investigar estas acusaciones y pidió una acción colectiva para poner fin a lo que describió como “uno de los crímenes más graves contra la humanidad”. Presentar el informe en La Haya, sede de los tribunales de justicia más importantes del mundo, subraya la urgencia de la situación y el rol que debe desempeñar la comunidad internacional.
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“Este genocidio no solo vulnera la dignidad del pueblo palestino, sino que amenaza los principios fundamentales de derechos humanos para todos los pueblos”, afirmó Guevara Rosas.
AI también condenó la falta de respuesta por parte de las autoridades israelíes para contrarrestar las pruebas presentadas, subrayando que las críticas hacia el Estado de Israel no deben confundirse con antisemitismo.
Amnistía Internacional planea publicar en las próximas semanas una investigación sobre los crímenes de Hamás, reafirmando que “no hay jerarquía de crímenes” y que todos deben ser investigados con igual rigor. Mientras tanto, el informe sobre el genocidio en Gaza busca generar presión para que los tribunales internacionales y las Naciones Unidas actúen con celeridad.
Fuente: El País
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