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La Superintendencia de Salud advirtió sobre un esquema de extorsión dirigido a sanatorios, clínicas y otros prestadores de servicios sanitarios. Según informó el superintendente Roberto Melgarejo, los estafadores se hacen pasar por fiscalizadores de la institución para solicitar coimas con el fin de evitar supuestas intervenciones o clausuras. Hasta el momento, se han recibido tres denuncias formales de este tipo de llamadas en Asunción.
Melgarejo explicó que los delincuentes contactan a los responsables de los establecimientos sanitarios por vía telefónica, alegando irregularidades que, de no resolverse mediante pagos, resultarían en sanciones o clausuras inmediatas. Subrayó que estos actos fraudulentos no guardan relación con las operaciones legítimas de la Superintendencia, la cual no realiza notificaciones previas ni solicita pagos.
Para evitar ser víctimas de estas extorsiones, la Superintendencia de Salud informó que sus fiscalizadores siempre cuentan con credenciales oficiales, uniformes identificables, cámaras para registrar los procedimientos y una resolución institucional que avala las intervenciones. Los encargados de los locales pueden corroborar la identidad de los fiscalizadores mediante la página web de la institución o llamando al 021-445-050.
El superintendente también señaló que las llamadas sospechosas podrían estar vinculadas a personas recluidas en penitenciarías nacionales. Añadió que la dirección de asesoría jurídica de la Superintendencia presentará las denuncias correspondientes ante la Fiscalía para que se investiguen los hechos y se identifique a los responsables.
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Aunque inicialmente se planteó suspender temporalmente las fiscalizaciones, Melgarejo confirmó que estas continuarán con normalidad. Las inspecciones se realizan en el marco del operativo “Ñemboty”, destinado a detectar y corregir irregularidades en establecimientos sanitarios.
La Superintendencia de Salud instó a los propietarios de locales sanitarios a mantenerse alertas y denunciar cualquier intento de extorsión. Estas acciones fraudulentas, que aprovechan la creciente intervención en el sector, representan un desafío adicional para garantizar la integridad de los servicios de salud en el país.
Fuente: ABC Color
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