Foto: Gentileza.
Entre el 2 y el 6 de diciembre, Paraguay forma parte del simulacro internacional “Volcex Sam 24/01”, un ejercicio coordinado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Este evento abarca la región desde la Antártida hasta Panamá y tiene como objetivo medir la capacidad de respuesta ante una emergencia generada por la erupción de un volcán y la consecuente dispersión de cenizas en el espacio aéreo.
El simulacro pone a prueba los protocolos de emergencia y la coordinación entre organismos clave, como centros de avisos de cenizas volcánicas, observatorios vulcanológicos, oficinas meteorológicas y autoridades aeronáuticas. Durante las 12 horas de duración del ejercicio, se evaluarán procedimientos como la emisión de NOTAM, ASHTAM y VAA, así como la gestión del flujo y capacidad del tráfico aéreo.
Paraguay, junto con otros países de la región sudamericana, participa activamente en este ensayo para mejorar la preparación frente a eventos reales. La simulación incluye el análisis de mensajes que contienen las palabras “EXER” o “EXERCISE”, los cuales deben ser desestimados, ya que forman parte del ejercicio. Sin embargo, en caso de una erupción volcánica real, el simulacro se interrumpirá de inmediato para dar prioridad a las acciones correspondientes.
Entre los participantes se encuentran: la Región Sudamericana de la Organización de Aviación Civil Internacional, autoridades aeronáuticas, proveedores de servicios de navegación aérea, centros de avisos de cenizas volcánicas, observadores de volcanes, centros de predicción meteorológica, operadores aéreos y organizaciones internacionales de aviación. Este esfuerzo conjunto tiene como fin garantizar una respuesta eficiente y coordinada ante un eventual escenario de emergencia.
Uno de los objetivos principales es optimizar la toma de decisiones colaborativa entre actores clave del sector aeronáutico. Esto incluye a las autoridades aeronáuticas, proveedores de servicios de navegación aérea y operadores aéreos, quienes deben garantizar la seguridad de los vuelos mediante el uso eficaz de la información proporcionada por los centros especializados.
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El simulacro también busca identificar oportunidades de mejora y generar información valiosa para análisis posteriores. Los datos recopilados permitirán ajustar los protocolos y reforzar la capacidad de respuesta ante futuros eventos. Además, fortalece la cooperación internacional entre las partes involucradas en la aviación y la gestión de desastres naturales.
Con iniciativas como esta, Paraguay demuestra su compromiso con la seguridad aérea y la preparación ante emergencias de gran escala, trabajando junto a la comunidad internacional para garantizar la protección de los usuarios del espacio aéreo.
Fuente: DMH
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