El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, anunció el levantamiento de la ley marcial tras una votación parlamentaria que revocó la medida y las intensas protestas ciudadanas que tuvieron lugar frente a la Asamblea Nacional. La decisión marcó el fin de una medida que había sido decretada por primera vez desde los años 80 y que generó amplias críticas tanto a nivel nacional como internacional.
La Asamblea Nacional surcoreana, en una sesión extraordinaria, votó con 190 votos a favor la anulación de la ley marcial, obligando al presidente a retirarla conforme a lo establecido en la Constitución del país. La medida había sido implementada bajo el argumento de proteger el “orden constitucional”, pero rápidamente fue vista como un intento de limitar derechos democráticos.
La reacción ciudadana fue inmediata. Miles de manifestantes se congregaron en las calles durante la madrugada para expresar su rechazo y exigir la dimisión del mandatario. Entre los participantes, se encontraban personas de todas las edades, desde adolescentes hasta ciudadanos mayores, quienes entonaban el himno nacional como símbolo de unidad frente a lo que consideraban un retroceso democrático.
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El rechazo a la ley marcial también vino desde el interior del partido oficialista, donde su líder, Han Dong-hoon, calificó la medida como “equivocada” y expresó su compromiso de bloquearla junto con la ciudadanía. Por otro lado, actores internacionales como Estados Unidos y Naciones Unidas manifestaron su preocupación ante los acontecimientos, instando al Gobierno surcoreano a restablecer el orden democrático.
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En términos económicos, la crisis afectó temporalmente al won, la moneda surcoreana, que llegó a caer un 3 % frente al dólar estadounidense antes de moderar su descenso tras la votación parlamentaria. Según Bloomberg, la divisa recuperó algo de terreno, cerrando con una caída del 1,5 % al finalizar la jornada.
El episodio dejó en evidencia las tensiones políticas internas en Corea del Sur y los retos que enfrenta el presidente Yoon Suk-yeol, cuya popularidad ya estaba en mínimos históricos antes de la declaración de la ley marcial.
Fuente: Infobae
