En una sesión extraordinaria, la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de resolución que modifica varios artículos de su reglamento interno, abriendo la puerta para extender el mandato de la Mesa Directiva y consolidar la permanencia de Basilio “Bachi” Núñez como presidente del Congreso. La decisión, impulsada por la mayoría cartista y sus aliados, se realizó a mano alzada sin argumentos específicos en el texto que justificaran el cambio.
La principal modificación aprobada establece que la Mesa Directiva podrá extender su mandato a dos años en los primeros periodos legislativos, mientras que en el último año se mantendrá en un solo periodo. Anteriormente, los mandatos eran anuales. Además, la elección de nuevas autoridades deberá realizarse en una sesión preparatoria entre el 1 y el 20 de diciembre del año anterior al fin de su periodo.
Entre las modificaciones destacadas, se incluye el adelanto de la incorporación de los senadores electos, que ahora se hará el 30 de junio en lugar del 1 de julio, como era habitual. Este ajuste busca agilizar la transición y consolidar el control legislativo antes de lo previsto.
Otro cambio importante afecta el artículo 36, permitiendo que los presidentes y vicepresidentes de la Cámara puedan ser removidos mediante una mayoría calificada de dos tercios, previa presentación de un proyecto de resolución. Este ajuste otorga flexibilidad para colocar o retirar autoridades en función de las necesidades políticas del bloque mayoritario.
Por último, el artículo 76, referente a las comisiones permanentes, también fue modificado para equiparar sus mandatos con los de la Mesa Directiva. Los presidentes de las comisiones ahora podrán permanecer por dos años en los primeros periodos y un año en el último.
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Las modificaciones del reglamento refuerzan la posición de Basilio “Bachi” Núñez como presidente del Senado, quien podría extender su mandato por otros dos años. Junto a él, los vicepresidentes Ramón Retamozo (ANR-HC) y Dionisio Amarilla (ex PLRA) también se ven favorecidos por las nuevas disposiciones.
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Las decisiones adoptadas por la mayoría cartista han generado críticas desde diversos sectores, señalando que estas medidas atentan contra la institucionalidad del Congreso y buscan consolidar un control prolongado del poder legislativo. Organizaciones civiles y algunos legisladores han cuestionado la falta de debate previo y la rapidez con la que se aprobaron las modificaciones.
El avance de estas reformas plantea nuevos desafíos para la gobernabilidad y la transparencia en el manejo del Congreso, en un contexto político marcado por la polarización y el control hegemónico del cartismo en las principales instituciones del país.
Fuente: ABC Color
