La voz de la Iglesia Católica se alzó con fuerza desde el Santuario de Caacupé para defender las aspiraciones de la juventud paraguaya y cuestionar el papel de la clase política en la frustración de sus sueños. El presbítero Vicente Segovia Colmán, director de Radio María Paraguay, pronunció estas palabras durante el tercer día del novenario dedicado a “La alegría y la esperanza de la Iglesia y del mundo”.
En su emotivo mensaje desde el púlpito mariano, el sacerdote abordó la compleja realidad que enfrentan los jóvenes en la era digital. La tecnología y la globalización, señaló, han transformado profundamente los patrones de comunicación y aprendizaje de las nuevas generaciones, generando tanto oportunidades como desafíos significativos para su desarrollo integral.
El religioso identificó con preocupación las amenazas que acechan a la juventud en el entorno digital. La instantaneidad de la información y el conocimiento, advirtió, puede derivar en problemas graves como el aislamiento social, la manipulación sistemática y diversas formas de adicción que comprometen el bienestar de los jóvenes.
La secularización creciente de la sociedad paraguaya ocupó un lugar central en la reflexión del padre Segovia. El alejamiento de la dimensión espiritual, según expresó, erosiona la esperanza y el sentido trascendente de la vida, planteando desafíos fundamentales para la transmisión de la fe en el contexto contemporáneo.
El clérigo dirigió una severa crítica a la clase dirigente del país, señalando su responsabilidad en la frustración de las aspiraciones juveniles. Con palabras directas, denunció los privilegios y la impunidad que caracterizan a ciertos sectores del poder político, identificándolos como obstáculos para el desarrollo de las nuevas generaciones.
La demanda de un liderazgo político éticamente comprometido resonó con particular intensidad en la homilía. El sacerdote enfatizó la necesidad de contar con autoridades que encarnen valores patrióticos y principios morales sólidos, capaces de inspirar y orientar positivamente a la juventud paraguaya.
La falta de integridad institucional, advirtió el religioso, no solo afecta las perspectivas individuales de los jóvenes sino que compromete el futuro colectivo de la nación. La corrupción y la injusticia, subrayó, debilitan el tejido social y erosionan la confianza en las instituciones democráticas.
El llamado a la participación activa de la juventud en la vida eclesial constituyó otro eje central del mensaje. El padre Segovia instó a los jóvenes a asumir un papel protagónico en la evangelización, renovando el espíritu y las formas de transmitir el mensaje cristiano.
La alegría como elemento distintivo de la experiencia cristiana fue especialmente destacada en la homilía. Citando al papa Francisco, el sacerdote exhortó a superar actitudes pesimistas en la tarea evangelizadora, recordando que el mensaje del Evangelio es esencialmente una buena noticia que debe transmitirse con entusiasmo.
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El presbítero concluyó su intervención con un llamado a la esperanza y al compromiso. La juventud paraguaya, enfatizó, está llamada a ser protagonista de una transformación social basada en valores cristianos y principios éticos fundamentales.
Los fieles presentes en el Santuario recibieron el mensaje con visible emoción, reconociendo en las palabras del padre Segovia un diagnóstico certero de la realidad nacional y un llamado inspirador a la acción transformadora desde la fe.
Fuente: Última Hora
