El aumento de la conectividad digital y el acceso a plataformas de apuestas online durante la pandemia ha acelerado el fenómeno de la ludopatía entre los adolescentes. Imagen Ilustrativa Infobae
El auge de las apuestas online ha generado preocupación entre especialistas debido a su creciente popularidad entre adolescentes, un grupo especialmente vulnerable debido a su desarrollo cognitivo y emocional. La facilidad de acceso a plataformas de juego, sumada a la normalización de estas actividades en redes sociales, aumenta el riesgo de ludopatía entre los menores de edad.
Estudios recientes, como el publicado en The Lancet Public Health, revelan que los adolescentes expuestos a juegos de azar presentan una alta susceptibilidad a desarrollar adicciones. Según la médica pediatra Silvina Pedrouzo, la ludopatía impacta el sistema de recompensas del cerebro de manera similar a las sustancias psicoactivas, fomentando comportamientos compulsivos y trastornos psicológicos como ansiedad y depresión.
El confinamiento por la pandemia de COVID-19 amplificó esta problemática. La exposición prolongada a dispositivos digitales permitió que muchos jóvenes encontraran en las apuestas online una vía de entretenimiento y escape. Según el informe “Apostar no es un juego”, el 75% de los adolescentes que apuestan dedican hasta dos horas diarias a esta actividad, mientras que un 13% invierte más de cuatro horas diarias.
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Las consecuencias de la ludopatía van más allá de lo individual. Además de la baja autoestima, el aislamiento social y el deterioro académico, los jóvenes suelen ocultar sus hábitos, generando conflictos familiares. En algunos casos, recurren a prácticas ilícitas como el robo para financiar sus apuestas, incrementando los problemas económicos y sociales en su entorno.
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Para prevenir y tratar la ludopatía, es fundamental adoptar un enfoque integral. Las terapias cognitivo-conductuales han demostrado ser efectivas para ayudar a los adolescentes a comprender y cambiar los patrones de comportamiento que perpetúan la adicción. Asimismo, el apoyo familiar es clave, junto con campañas educativas en escuelas para sensibilizar sobre los riesgos del juego en línea.
La regulación gubernamental también juega un rol esencial. Leyes más estrictas para controlar las plataformas de apuestas y limitar el acceso de menores son medidas urgentes para combatir este fenómeno. Según expertos, la concienciación colectiva es el primer paso para proteger a los jóvenes y mitigar los efectos de esta problemática.
Fuente: Infobae
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