La investigación por tráfico internacional de drogas desde el Aeropuerto Silvio Pettirossi reveló la eliminación de conversaciones de WhatsApp entre el abogado Carlos Duarte, acusado en el caso, y el senador Líder Amarilla, junto con el agente de la SENAD Jorge González. El fiscal Osmar Segovia señaló que estas comunicaciones eran “de suma relevancia” para esclarecer el esquema delictivo.
El fiscal presentó una acusación contra Duarte el pasado 13 de noviembre, señalándolo como parte de una estructura organizada para el envío de cocaína a Europa. En octubre de 2023, se incautaron 10,89 kilogramos de cocaína en el equipaje de Eliana Cardozo, quien planeaba abordar un vuelo hacia Madrid. Según Segovia, Duarte coordinaba tareas como la selección de “mulas” y la obtención de apoyo dentro del aeropuerto para evitar controles.
Durante un allanamiento a la vivienda de Duarte, se incautaron dispositivos electrónicos y documentos. Sin embargo, el análisis del celular de Duarte, realizado por el Laboratorio Forense del Ministerio Público, mostró que muchas conversaciones relevantes habían sido eliminadas. Estas incluyeron intercambios con el senador Amarilla y otros implicados, lo que generó sospechas sobre una posible interferencia en la investigación.
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El vínculo entre Amarilla y Duarte se corroboró a través de registros telefónicos y visitas documentadas. Según informes de la Cámara de Senadores, el 21 de septiembre de 2023, Luis Servían, otro acusado en el caso, se reunió con Amarilla y agentes de la SENAD. Además, en abril de 2024, Amarilla visitó a Servían en la cárcel de Emboscada acompañado por Duarte, según registros no oficiales de la penitenciaría.
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El caso también apunta a la participación de funcionarios aeroportuarios y agentes de la SENAD en el esquema de tráfico de drogas. La Fiscalía sostiene que Duarte y Servían contaban con conexiones políticas para colocar aliados estratégicos dentro de las operaciones aeroportuarias.
Este caso, derivado de la operación “OASIS”, ha expuesto una red que involucra tráfico de drogas, corrupción y complicidad política, con pruebas que incluyen audios, registros de llamadas y testimonios.
Fuente: El Observador
