Elon Musk, multimillonario y director ejecutivo de Tesla y SpaceX, ha revelado un ambicioso plan de recorte de gastos y desregulación del gobierno estadounidense. Nombrado como responsable de “eficiencia” en la próxima administración republicana liderada por Donald Trump, Musk busca ahorrar hasta 500.000 millones de dólares mediante una reestructuración radical de la burocracia estatal.
En un artículo publicado en The Wall Street Journal, Musk detalló su enfoque para transformar la administración pública. Sus propuestas incluyen la reducción de subvenciones gubernamentales a instituciones como la radiodifusión pública y Planned Parenthood. Además, enfatizó la necesidad de recortar personal y simplificar las normativas federales que, según él, representan una amenaza para la democracia estadounidense.
El empresario aseguró que su visión no es la de un político, sino la de un empresario dispuesto a actuar como asesor externo junto con su aliado Vivek Ramaswamy. Ambos planean trabajar como voluntarios sin convertirse en empleados federales, subrayando que su misión es corregir lo que consideran un exceso de regulaciones impuestas sin autorización del Congreso.
Musk y Ramaswamy proponen una reducción significativa en el personal de la burocracia federal. Estiman que esta medida, combinada con la eliminación de regulaciones innecesarias, podría ahorrar al gobierno más de 500.000 millones de dólares. Según ellos, la administración de Trump tiene una oportunidad única para implementar cambios estructurales permanentes, respaldada por una Corte Suprema de mayoría conservadora.
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A pesar de su audaz visión, la propuesta de Musk probablemente enfrentará oposición incluso dentro del Partido Republicano. Programas populares y dependencias gubernamentales afectadas por estos recortes podrían encontrar defensores tanto en demócratas como en republicanos moderados.
Musk y Ramaswamy fundamentan su estrategia en recientes decisiones de la Corte Suprema, que consideran favorables para justificar recortes y eliminar regulaciones sin la aprobación del Congreso. Prevén que la implementación de este plan esté completa para el 4 de julio de 2026, en un simbólico acto de “renovación nacional”.
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El papel de Musk en esta nueva administración plantea preguntas sobre posibles conflictos de interés, considerando la interacción de sus empresas con el gobierno estadounidense. No obstante, su cercanía con Trump quedó evidente tras invertir más de 100 millones de dólares en apoyo a la campaña presidencial y organizar eventos clave en estados críticos como Pensilvania.
Aunque el plan de Musk representa una visión radical para el gobierno estadounidense, la viabilidad política y los posibles conflictos éticos plantean dudas sobre su implementación. Sin embargo, su propuesta promete seguir siendo un tema central en el debate político y administrativo de la era Trump.
Fuente: Clarín