En un contexto global marcado por tensiones, conflictos y amenazas nucleares, el Papa Francisco instó a los creyentes a ser promotores de paz. Durante su participación en el XII Coloquio del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y el Centro para el Diálogo Interreligioso e Intercultural de Teherán, el Pontífice destacó la importancia del diálogo, la reconciliación y el desarrollo integral de la humanidad.
Francisco subrayó que la unidad entre cristianos y musulmanes para educar en valores familiares es crucial, especialmente ante los desafíos que enfrentan las nuevas generaciones en sociedades afectadas por el debilitamiento de la fe.
El Papa señaló que la familia es el núcleo primario de educación, donde se transmiten valores esenciales como el respeto, la escucha y la convivencia. Hizo énfasis en el rol clave de los abuelos, quienes actúan como transmisores de sabiduría y valores religiosos entre generaciones.
Además, destacó la importancia del diálogo en matrimonios interreligiosos, afirmando que estos espacios son oportunidades únicas para construir puentes de entendimiento y colaboración.
Para Francisco, la educación no debe limitarse al ámbito familiar, sino expandirse al entendimiento global, permitiendo que los jóvenes aprendan a convivir en la diversidad de la familia humana universal. En este contexto, instó a las instituciones, desde el Estado hasta las comunidades religiosas, a apoyar a las familias en su misión educativa.
El diálogo interreligioso, según el Papa, debe caracterizarse por ser respetuoso, sincero y amistoso, lo que fortalece su credibilidad tanto ante las comunidades como frente a Dios.
Francisco también abogó por la libertad religiosa y la dignidad humana como pilares fundamentales para construir una sociedad más justa. Citando al Concilio Vaticano II, destacó que la libertad religiosa no solo abarca el derecho al culto, sino también la libertad de conciencia y de práctica en cualquier creencia.
Unite a nuestro canal de WhatsApp
En su discurso, el Pontífice expresó su cercanía con la Iglesia católica en Irán, que enfrenta retos significativos para testimoniar a Cristo en un entorno desafiante. El nombramiento del arzobispo de Teherán-Ispahan, Dominique Joseph Mathieu, como cardenal, refleja el apoyo del Vaticano hacia la comunidad católica en el país.
El Papa concluyó su mensaje reafirmando la necesidad de perseverar en la búsqueda de Dios a través del diálogo y el trabajo por los derechos y la dignidad de todos. La cooperación entre creyentes es esencial para superar las divisiones y construir un mundo más pacífico y justo.
Fuente: Vaticans News
Esta web usa cookies.