Putin flexibiliza uso de armas nucleares ante tensiones con Ucrania

Al cumplirse 1.000 días de la guerra en Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto que actualiza la doctrina de disuasión nuclear del país. La nueva política permite el uso de armas nucleares en respuesta a ataques convencionales de gran escala, endureciendo la postura rusa frente a Occidente y a la reciente autorización de Estados Unidos para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra territorio ruso.

La decisión fue anunciada tras la publicación de un documento que detalla las condiciones para el empleo de armas nucleares. Según el Kremlin, un ataque convencional masivo, con la participación de una potencia nuclear, podría ser considerado una amenaza conjunta contra la Federación Rusa y sus aliados, lo que potencialmente habilitaría una respuesta nuclear.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que la doctrina fue actualizada de manera oportuna, acorde con las tensiones actuales. Este movimiento, que amplía los criterios para el uso del arsenal nuclear, refleja el enfoque de Moscú para disuadir posibles ofensivas occidentales y consolidar su posición en el conflicto en Ucrania.

El documento también incluye disposiciones sobre la defensa de aliados estratégicos como Bielorrusia. Este país, liderado por Alexander Lukashenko, ha jugado un papel clave en la logística militar rusa, permitiendo el despliegue de tropas y armas nucleares tácticas en su territorio.

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La doctrina revisada detalla con más precisión los desencadenantes para una respuesta nuclear, como ataques masivos con misiles balísticos, aviones o drones. No obstante, los términos vagos introducen incertidumbre sobre la escala y naturaleza exacta de una posible respuesta, incrementando las tensiones internacionales.

El anuncio eleva las preocupaciones sobre una escalada nuclear en un conflicto que ya ha involucrado a múltiples potencias. Mientras la guerra en Ucrania se prolonga, la nueva postura rusa subraya los riesgos crecientes para la estabilidad global.

Fuente: Clarín

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