Luis Fernando “Luifer” Bernal, presidente de Essap y figura clave del cartismo, enfrenta cuestionamientos por beneficiar a aliados de la Junta Municipal de Asunción con cargos de alto rango en la aguatera estatal. Desde que asumió el cargo en agosto de 2023, Bernal comisionó a varios colaboradores políticos con jugosos salarios y roles estratégicos, en su mayoría provenientes del movimiento Honor Colorado.
Los funcionarios promovidos por Bernal coinciden en ser aliados que trabajaron en su campaña política y, anteriormente, ocupaban posiciones en la Junta Municipal de Asunción (JMA) bajo su liderazgo como concejal y presidente. Estos comisionamientos, realizados desde el 1 de enero de 2024, han generado debate por la aparente falta de méritos técnicos y la alineación política de los beneficiados.
Entre los casos más destacados figura Santiago Agüero Galván, designado como coordinador de archivo general en Essap, a pesar de no contar con título universitario. Con un salario combinado de más de G. 12,7 millones al mes, su antigüedad en Essap data de este año.
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Otro beneficiado es Felipe Nery Ocampos Morel, nombrado director de Seguridad con un sueldo total de G. 16,7 millones. Ocampos ya había enfrentado denuncias por irregularidades en el INTN antes de su traslado. Jorge Sebastián Radice Sanabria, cercano a Bernal, ocupa el puesto de secretario privado con un ingreso mensual que supera los G. 17,4 millones.
La lista de beneficiados incluye también a Joaquín Andrés Gubetich, hijo del exjefe del IPS Andrés Gubetich, quien ostenta un cargo de coordinador en Essap. Aunque su perfil académico figura como “estudiante universitario”, percibe un ingreso mensual de más de G. 15,4 millones.
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Ariel Alejandro Caballero Insfrán, con antecedentes de irregularidades en el INTN, fue nombrado director general de Fiscalización con un salario superior a G. 16,7 millones. Su gestión en el pasado fue señalada por auditorías internas que reportaron pagos sin respaldo administrativo.
Estos nombramientos han generado críticas sobre el uso de Essap como plataforma política, beneficiando a aliados con altos cargos y salarios que superan ampliamente los estándares del sector público. Aunque Bernal defiende los comisionamientos alegando capacidad técnica, las acusaciones de nepotismo y favoritismo persisten.
Fuente: ABC Color