Foto: Gentileza.
Con lo que caracteriza a los paraguayos: garra, entrega, sentimiento, coraje y tantos otros valores, se vivió ayer en el estadio Defensores del Chaco una jornada inolvidable, marcada por la victoria de la Albirroja sobre la actual campeona del mundo, Argentina, por dos goles a uno.
En un partido que, al principio, no arrancó bien para la selección ya que Lautaro Martínez abrió el marcador a los 10 minutos del primer tiempo, en ese entonces parecía que el anhelo estaba lejos: Ganarle al campeón del mundo en casa, pero rápidamente todo cambió.
Nuestro 9 de área, Tony Sanabria, apareció entre tanto nerviosismo y con suspenso a empatar el marcador con una chilena que ocasionó la euforia albirroja en las gradas y en todo el país.
Ya para el segundo tiempo, el equipo comandado por el maestro y cazador de utopías imposibles, Alfaro, reaccionó y con un excelente cabezazo de Omar Alderete selló la victoria de Paraguay por dos goles contra uno.
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El estadio para ese entonces era una algarabía total, gente abrazándose entre lagrimas, celebrando, felices viendo como Paraguay volvió a despertar aquél déjà vu de las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010.
Festejos en el Panteón de los Héroes
Si hay algo que estaba lejos de suceder, era festejar nuevamente con todos los paraguayos frente al Panteón de los Héroes, finalmente ayer eso ocurrió.
Al son de Patria Querida, la hinchada salió a festejar la victoria tan épica conseguida por la Albirroja.
La Albirroja se enfrenta el martes ante Bolivia, en El Alto, donde buscará consolidar su posición en la tabla.
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