El régimen de China ha reforzado su política de censura tras un atropello masivo en la ciudad de Zhuhai que dejó un saldo trágico de al menos 35 muertos y decenas de heridos. El incidente, ocurrido el lunes por la noche, fue perpetrado por un hombre de 62 años identificado como Fan, quien embistió a un grupo de personas que se ejercitaban cerca de un centro deportivo. La tragedia fue inicialmente compartida en redes sociales, pero las autoridades chinas eliminaron rápidamente fotos, videos y cualquier referencia al hecho en plataformas locales.
Las primeras publicaciones sobre el atropello en plataformas como Weibo y Xiaohongshu, conocidas como las versiones chinas de Twitter e Instagram respectivamente, fueron eliminadas en cuestión de horas. Un hashtag en Weibo que alcanzó millones de visualizaciones con el título “Hombre en Zhuhai embiste a la multitud causando 35 muertes” fue bloqueado y eliminado, en una acción que refleja el control de la información por parte del régimen chino. Este tipo de censura, que busca evitar cualquier repercusión pública sobre temas sensibles, es una práctica común en China.
A medida que los habitantes de Zhuhai intentaban rendir homenaje a las víctimas, las autoridades locales ordenaron el retiro de flores, velas y otros objetos conmemorativos. Trabajadores de limpieza de la ciudad retiraron estos memoriales improvisados bajo instrucciones “de arriba”, confirmando que actuaban por órdenes superiores. Testigos informaron que la policía y guardias de seguridad impidieron la toma de fotografías en el lugar, limitando el acceso de los medios de comunicación y manteniendo un fuerte control en el área.
Este manejo restrictivo de la información y la censura tienen antecedentes en otros incidentes trágicos en China. Desde el caso de la leche contaminada que afectó a 300,000 niños en 2008 hasta la pandemia de Covid-19, el gobierno chino ha implementado estrategias de control informativo para proteger su imagen y limitar la reacción pública. Esta política ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional, que señalan la falta de transparencia en temas de interés público.
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A pesar de la censura, algunos usuarios lograron expresar sus sentimientos en redes sociales antes de que sus comentarios fueran eliminados. Uno de los usuarios de Weibo escribió: “Vidas vibrantes, arrebatadas de esta manera, dejando familias destrozadas. El culpable debe ser castigado con firmeza”. Sin embargo, estos mensajes fueron eliminados casi inmediatamente, en una clara señal de la vigilancia ejercida por las autoridades sobre la opinión pública.
El régimen chino continúa limitando la información sobre incidentes de violencia y represión dentro de sus fronteras, como parte de una estrategia de censura que busca mantener el control social. Las medidas de censura implementadas en Zhuhai reflejan una política que busca ocultar la magnitud de estos sucesos y limitar el conocimiento de la población sobre la violencia masiva y sus consecuencias en el país.
Fuente: Infobae