En la Escuela Básica N° 2226 Berta Zaldívar Vda. de Pappalardo, ubicada en Arroyos y Esteros, se lleva a cabo un innovador proyecto llamado Ñemity Mbo’ehaópe, que permite a los estudiantes aprender sobre agricultura y medio ambiente de manera práctica y vivencial. Gracias al apoyo de empresas nacionales, esta propuesta educativa busca que los niños construyan y mantengan su propia huerta en el patio de la escuela, acercándolos al conocimiento de manera activa.
Lucha Abbate, especialista en proyectos pedagógicos y fundadora de la iniciativa “Comunidad Emprendedora”, lidera este proyecto en el que los alumnos tienen la oportunidad de salir del aula y aprender haciendo. Según Lucha, este modelo de enseñanza busca mejorar el aprendizaje mediante experiencias prácticas que complementen el currículo formal y preparen a los estudiantes con habilidades útiles para su futuro.
La inspiración detrás de esta metodología se basa en los principios de la Escuela Nueva, promovida por el docente paraguayo Ramón Indalecio Cardozo. Este enfoque rechaza la enseñanza tradicional de memorización y busca que los estudiantes adquieran conocimientos a través de la acción.
“Queremos que los niños tengan una formación que les ayude a comprender mejor su entorno, usando métodos que les entusiasmen y los involucren en el aprendizaje”, comentó Abbate.
El proyecto ha sido apadrinado por la empresa Vanguardia, que ve en esta iniciativa una oportunidad de aportar a la educación de calidad en Paraguay. El respaldo de la empresa forma parte de su compromiso social y permite que los recursos necesarios para la creación y mantenimiento de la huerta lleguen a esta escuela pública, generando un impacto positivo en la comunidad educativa.
Lucha Abbate señaló que el éxito de este proyecto abre las puertas para replicarlo en otras instituciones educativas. La meta es que más escuelas puedan contar con su propia huerta y así enriquecer la formación de sus estudiantes en temas como sostenibilidad y alimentación saludable.
A través de esta experiencia, los estudiantes han aprendido desde cómo sembrar y cuidar sus cultivos hasta la importancia del trabajo en equipo. Abbate y su equipo han documentado el proceso en una guía práctica, un material que será de utilidad para docentes y que ha despertado el interés del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para ser incluido como recurso educativo en las escuelas.
Unite a nuestro canal de WhatsApp
La transparencia y la seriedad con la que se maneja el proyecto son también un aspecto fundamental para Abbate. La líder enfatiza que los recursos se emplean estrictamente para los fines educativos y que su iniciativa se distancia de intereses políticos o de organizaciones con agendas paralelas.
Para los niños de la Escuela Básica N° 2226, el proyecto Ñemity Mbo’ehaópe ha significado mucho más que sembrar una huerta: representa una herramienta de aprendizaje con la cual desarrollan habilidades y conocimientos que, en el futuro, les permitirán ser ciudadanos más conscientes y comprometidos con su entorno.
Fuente: ABC Color