Este domingo, Moscú enfrentó el mayor ataque con drones desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022. Según el Ministerio de Defensa ruso, se derribaron 34 drones ucranianos en la capital y sus alrededores, obligando al cierre temporal de tres aeropuertos y provocando daños en la localidad de Rámenskoye, donde una mujer resultó herida y se incendiaron dos viviendas.
Este tipo de ataques aéreos sobre Moscú es inusual, aunque se ha vuelto más frecuente en las últimas semanas, en contraste con Kiev, que ha sido objetivo regular de ataques masivos rusos. El gobierno ruso informó que su defensa antiaérea interceptó un total de 70 drones en diferentes zonas, incluyendo las regiones de Briansk, Rostov, Bélgorod y Kursk, todas en la frontera con Ucrania.
Drones de #Ucrania sobre #Briansk #Брянс, ciudad de #Rusia a 380 km al suroeste de #Moscú #Москва́ pic.twitter.com/HUKCf7uS9O
— Koldo News (@Koldo_News) November 10, 2024
El gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobyov, calificó el ataque como “masivo” y destacó la labor de las fuerzas de defensa antiaérea en la protección de la capital. Vorobyov añadió que el nivel de amenaza en Moscú ha aumentado en los últimos días, en un contexto de intensificación de las operaciones de drones ucranianos dirigidas a infraestructuras clave y zonas residenciales.
El gobierno de Ucrania ha declarado que estos ataques con drones responden a los bombardeos constantes de Rusia sobre territorio ucraniano desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. Estos ataques ucranianos se centran, en su mayoría, en instalaciones energéticas y otras infraestructuras estratégicas rusas, con el objetivo de interrumpir el suministro y la logística militar.
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A nivel internacional, este aumento de ataques ha generado preocupaciones sobre la escalada del conflicto y la posibilidad de que se amplíe el alcance de las hostilidades. Los expertos señalan que el uso de drones está transformando las tácticas de combate en la región y complicando las estrategias de defensa, especialmente en áreas urbanas.
La situación en Moscú y en las regiones fronterizas de Rusia continúa en vigilancia constante por parte de las autoridades rusas, quienes han reforzado las medidas de seguridad y monitoreo en respuesta a la creciente amenaza aérea. Se espera que en los próximos días se emitan nuevas directrices de seguridad para la población civil en la capital y sus alrededores.
Fuente: DW