Foto: Ilustrativa, archivo.
Fabrizio Vera, ciudadano de Lambaré, denunció que fue víctima de un cateo policial irregular mientras circulaba junto a un amigo por un barrio residencial de la ciudad. Según su testimonio, el incidente ocurrió el mismo día en que se disputaba el superclásico, cuando fueron interceptados por una patrullera sin justificación clara.
Vera relató que mientras conducía, escuchó que alguien tocaba la bocina y, al voltear, observó que se trataba de un vehículo policial. “Me tocan la bocina dos o tres veces, entonces decido detenerme porque no hice nada”, explicó. En ese momento, los agentes les solicitaron sus cédulas de identidad y les informaron que procederían a revisar el vehículo, lo que generó inquietud en Vera, quien solicitó ver una autorización formal para el cateo.
Al consultar sobre la legalidad del procedimiento, Vera recibió una negativa de los agentes, quienes argumentaron que se trataba de un control rutinario. Según Vera, los oficiales insistían en frases como “el que nada debe, nada teme”, lo cual consideró una presión indebida. Con el paso de los minutos y ante la insistencia policial, Vera accedió finalmente al cateo, pero decidió documentar el procedimiento mediante una grabación.
Durante el cateo, los agentes revisaron el neceser de Vera, la parte trasera del vehículo y diversos compartimentos. Vera expresó su desconfianza, afirmando que sintió la necesidad de filmar para protegerse de posibles irregularidades. “Revisaron todo minuciosamente; por suerte, mi amigo grabó todo. Sentí que podrían haber intentado plantar algo”, declaró Vera.
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La situación de cateos irregulares ha generado preocupación entre los ciudadanos, quienes consideran que estos procedimientos deben ser transparentes y estar debidamente autorizados. Vera señaló la importancia de denunciar estos incidentes y abogó por un control más riguroso sobre los operativos policiales en zonas residenciales.
Hasta el momento, la Policía Nacional no se ha pronunciado respecto al procedimiento realizado en Lambaré, pero se espera que el caso impulse un debate sobre la regulación y el control de los cateos en espacios públicos y privados, así como sobre los derechos de los ciudadanos durante estas intervenciones.
Fuente: El Nacional
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