El barrio Itá Enramada, situado en el extremo sur de Asunción, sufre un marcado abandono por parte de las autoridades municipales, según denuncian los vecinos. Las calles deterioradas, el desbordamiento de aguas cloacales y la acumulación de basura se han vuelto un problema diario en esta comunidad, lo que ha generado indignación entre los residentes, quienes apuntan al intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez como responsable de la falta de atención.
A lo largo de la avenida Juan Domingo Perón, una arteria principal del barrio, el estado de deterioro es evidente. Desde la intersección con la avenida Cacique Lambaré hasta el puerto de Itá Enramada, los transeúntes y conductores se enfrentan a baches, charcos y acumulación de residuos en casi todas las esquinas. La falta de mantenimiento de esta vía clave se ha convertido en un problema de seguridad vial y salubridad para quienes transitan a diario por la zona.
Vecinos de Itá Enramada señalan que, pese a los eslóganes de la administración municipal sobre una Asunción “verde” y “en orden”, la situación en este barrio refleja todo lo contrario. La intersección de la avenida Perón con la calle Doctor Luis Migone Battilana, que conecta con la exclusiva zona del Yacht y Golf Club Paraguayo, es un claro ejemplo de la desidia municipal. La acumulación de aguas residuales y el estado de las vías representan un peligro constante, especialmente en horas de la noche, cuando la visibilidad es baja.
Los problemas de infraestructura en el barrio no solo afectan el tránsito vehicular, sino que también generan riesgos de salud pública debido a la exposición constante a aguas cloacales. Además, el paso constante de camiones pesados y colectivos contribuye al rápido deterioro de la capa asfáltica, y la falta de intervención de fondo en estas calles ha sido motivo de quejas durante décadas. Los vecinos lamentan que las soluciones se limiten a bacheos temporales, que no logran resolver el problema de forma duradera.
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El intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez, enfrenta actualmente investigaciones por presuntos desvíos de fondos destinados a obras de infraestructura. La Fiscalía lo imputó en el caso conocido como “detergentes de oro”, por lesión de confianza y asociación criminal. Según la Contraloría General de la República, más de G. 500.000 millones de bonos emitidos para proyectos de infraestructura fueron desviados a gastos corrientes, lo cual ha generado cuestionamientos sobre el uso de los recursos municipales.
Ante esta situación, los residentes de Itá Enramada exigen una respuesta inmediata de las autoridades y un compromiso real con el mejoramiento del barrio. La comunidad ha pedido en reiteradas ocasiones que se atienda la situación y que se realicen intervenciones de fondo que permitan devolver la seguridad y calidad de vida a los habitantes de la zona.
Fuente: ABC Color