La carrera presidencial en Estados Unidos de 2024 enfrenta a la actual vicepresidenta Kamala Harris y al exmandatario Donald Trump en un escenario de alta competencia. Las encuestas nacionales reflejan un empate técnico, con Harris obteniendo un 48% de apoyo y Trump un 47%, según el promedio elaborado por ABC News/538. Esta diferencia se encuentra dentro del margen de error, lo que impide prever un ganador claro.
Este escenario es aún más complejo debido a la estructura electoral estadounidense, en la que la presidencia se decide por el colegio electoral y no por el voto popular. En 2016, Hillary Clinton ganó el voto popular por casi tres millones de votos, pero Trump fue elegido presidente al obtener la mayoría de los votos electorales. Este sistema implica que los candidatos deben ganar en estados clave para asegurar los 270 votos necesarios para la victoria.
Los estados péndulo juegan un papel fundamental en esta elección. Siete estados son considerados decisivos: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin, sumando un total de 93 votos electorales. Según Whit Ayres, encuestador republicano, la contienda se decidirá en estos territorios. Las encuestas en estos estados muestran diferencias de uno o dos puntos porcentuales, destacando lo reñida que es la competencia.
Harris lidera en Wisconsin y Michigan, mientras que Trump tiene ventaja en Pensilvania, Nevada, Carolina del Norte, Georgia y Arizona. Sin embargo, estas diferencias son tan mínimas que no permiten conclusiones claras. Liza Mair, analista política, resalta que los esfuerzos deben centrarse en la movilización de votantes para asegurar la participación.
Ambos candidatos enfrentan retos particulares. Harris ha buscado reconquistar la confianza en la gestión económica, un punto donde los republicanos suelen ser percibidos como más competentes. Su enfoque en la ayuda a la clase media y propuestas de vivienda busca captar el apoyo de los votantes latinos y cerrar la brecha de apoyo perdida por Joe Biden.
Trump, por su parte, intenta consolidar su base y atraer a votantes masculinos jóvenes, un grupo que suele tener menor participación. Según la experta Liza Mair, Trump tiene dificultades para ampliar su apoyo entre las mujeres, lo que ha influido en su estrategia de reforzar el respaldo de electores masculinos con mensajes anti-inmigración y proteccionismo económico.
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La recta final de la campaña se basa en la movilización y la participación de los votantes en los estados péndulo. Los temas que dominan la agenda en estos territorios son el aborto, la economía, la democracia y la migración, aunque el peso varía según el estado. Mientras los republicanos priorizan la economía y la migración, los demócratas se centran en el derecho al aborto y la defensa de la democracia.
Whit Ayres, concluye que la participación electoral será clave en la definición de los resultados. La capacidad de ambos candidatos para movilizar a sus bases y llegar al último grupo de indecisos determinará quién asumirá la presidencia de Estados Unidos.
Fuente: BBC News Mundo
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