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Artesanías de reclusos en Paraguay llegarán a Taiwán

Las artesanías de reclusos de Tacumbú y CERESO serán exportadas a Taiwán en un esfuerzo de reinserción y oportunidad económica.

Gentileza.

El primer lote de artesanías elaboradas por Personas Privadas de Libertad (PPL) en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú y el Centro de Rehabilitación Social de Encarnación (CERESO) será exportado a la República de China (Taiwán). Este logro es parte del programa “Exportando Sueños, impulsado por el Ministerio de la Defensa Pública con el objetivo de promover la reinserción laboral y la dignidad de los reclusos.

La presentación oficial del programa se realizó en la sede administrativa del Ministerio de la Defensa Pública. Durante el evento, Javier Esquivel González, Defensor General, expresó su satisfacción al ver concretada esta iniciativa de inclusión social. “Este proyecto nació como una forma de ofrecer una oportunidad laboral y dignidad a las personas privadas de libertad, asegurando que tengan una fuente de ingresos para ellas y sus familias”, señaló.

El programa es posible gracias a la colaboración de la Embajada de la República de China (Taiwán), que ha facilitado la exportación del primer lote de productos. Esta iniciativa busca garantizar que los reclusos puedan continuar con su trabajo una vez que sean liberados, promoviendo así una reinserción más efectiva en la sociedad.

En el acto estuvieron presentes destacadas figuras como el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, el encargado de negocios de la embajada de Qatar, Khaled Al-Ajmi, y el embajador de Taiwán en Paraguay, José Chih-Cheng Han. Este respaldo diplomático refuerza la importancia y el alcance del proyecto.

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El programa Exportando Sueños es pionero en Paraguay y en América Latina, marcando un precedente en proyectos de reinserción social a través del trabajo artesanal. La Cámara de Diputados declaró esta iniciativa de interés nacional, subrayando su relevancia y compromiso con la inclusión de sectores vulnerables.

Con esta exportación, se espera que las PPL puedan acceder a una fuente de ingresos sostenibles que beneficie tanto a ellos como a sus familias. Esta experiencia es un modelo inspirador que podría replicarse en otros países de la región para fomentar la inclusión social y el empleo digno.