Camiones estacionados en la calle, obstruyen el paso.
Vecinos del barrio San Antonio en Coronel Bogado, Itapúa, han denunciado repetidamente la exposición al peligro generada por camioneros que estacionan sus vehículos de carga sobre la calle Mariscal Estigarribia. Estos camiones, principalmente cargados con cemento y granos, ocupan la banquina y parte de la calzada, dificultando la visibilidad y creando un riesgo latente de accidentes.
El denunciante, quien prefirió mantener su identidad en reserva, expresó su preocupación: “En cualquier momento va a morir alguien ahí; los camiones cubren la banquina y media calzada, lo que hace imposible ver el tráfico en sentido contrario y convierte la zona en una bomba de tiempo”.
Inclusive ya ocurrió un accidente con una motociclista que fue a embestir por la cola de un camión estacionado y sufrío heridas graves.
Durante las noches, la situación empeora, ya que los camiones llegan a bloquear por completo la calzada. Según los vecinos, los vehículos deben zigzaguear para evitar choques, aumentando el peligro para todos los conductores y peatones que transitan por la zona.
Las quejas sobre este problema no son nuevas. Desde hace tres años, los vecinos han reportado la situación a las autoridades locales, pero, según denuncian, los camioneros cuentan con la complicidad del intendente de la ciudad, Héctor Céspedes, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Los residentes afirman que la falta de intervención responde a intereses económicos.
El denunciante relató que intentó mitigar el peligro colocando barreras de seguridad en la zona. Sin embargo, la Municipalidad procedió a retirarlas rápidamente, argumentando que eran peligrosas, mientras permitía que los camiones siguieran estacionados en el mismo lugar.
Otra acusación que pesa sobre los camioneros es la presunta venta informal de mercaderías en los comercios cercanos. Se dice que los vehículos traen mercancía para ser “ordeñada” y vendida en la zona, una práctica que, según los residentes, es tolerada por las autoridades municipales.
“Al final, el frentista no tiene derecho a nada. Son ellos los que mandan frente a la casa ajena, y el dueño es un simple payaso”, mencionó el vecino indignado.
Agregó que el intendente utiliza recursos municipales para proteger a los transportistas, quienes presuntamente pagan una cuota para evitar sanciones, el mismo ya cuenta con antecedentes por incumplir
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