Senado. Deberán analizar asignaciones privilegiadas. Foto: Renato Delgado.
En una sesión marcada por la ausencia de debates, los senadores oficialistas evitaron participar del estadio de oradores, eludiendo así críticas sobre la posible reforma constitucional y la inclusión de beneficios como seguros médicos y cupos de combustibles. Estas ventajas representarían un gasto mensual de G. 1.100.000 por seguro y G. 5 millones en combustibles para cada legislador.
El presidente del Congreso, Basilio Bachi Núñez, afirmó que el tema se evaluará en su momento, indicando que no forma parte de la comisión que elabora el presupuesto. Sin embargo, la medida ha despertado reacciones tanto dentro como fuera del recinto legislativo.
Núñez recordó que previamente se asignaban G. 3 millones por legislador y G. 800.000 por funcionario para estos seguros. En un intento por desviar la atención, añadió que “en este Gobierno se duplicó la cantidad de mamógrafos necesarios”, insinuando mejoras en otros sectores.
El tema del seguro y los cupos se introdujo de forma sigilosa en la Comisión Bicameral de Presupuesto. De concretarse, los 45 senadores y 80 diputados contarían con G. 1.100.000 para seguros médicos y G. 5 millones mensuales para combustible, a pesar de que en 2022 se eliminó este beneficio bajo la administración de Mario Abdo Benítez, cuando fue considerado un “privilegio enervante” por voces como el senador Javier Zacarías Irún.
Por su parte, la diputada Kattya González recordó que en abril de 2020 se suprimió el seguro médico parlamentario para destinar fondos a la lucha contra el Covid-19, subrayando la necesidad de priorizar el bienestar ciudadano.
El diputado Jorge Ávalos Mariño defendió los cupos de combustible para el presupuesto de 2025, argumentando que estos son esenciales para los legisladores que viajan desde el interior. “Debe ser equitativo”, sostuvo.
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En contraste, el senador Eduardo Nakayama se opuso firmemente, señalando que los seguros y cupos representan un enriquecimiento de una “casta privilegiada”. Recalcó que los recursos del Estado deben ser utilizados con prudencia y solo para viajes misionales.
Las posturas opuestas entre los legisladores reflejan un debate complejo que abarca desigualdad, ética y el uso de recursos públicos, enfrentando a un Congreso dividido entre preservar beneficios o mostrar austeridad.
Fuente: Última Hora
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