El secuestro de Silvio Fiedler Heydt, colono brasileño de 45 años, ha generado una intensa operación policial en el distrito de Mbaracayú, Alto Paraná. El hecho ocurrió en la noche del lunes cuando fue llevado a la fuerza por hombres armados, en un suceso que mantiene en vilo a la comunidad y a las autoridades.
Los captores se comunicaron con los familiares de Fiedler horas después del secuestro, exigiendo un rescate de USD 30.000. A pesar de este contacto inicial, los familiares solicitaron una prueba de vida que hasta el momento no ha sido proporcionada, lo que incrementa la angustia y las dudas sobre la situación del secuestrado.
El operativo policial en la colonia Gleba 2 cuenta con la participación del Departamento Antisecuestro y unidades de Investigación de Delitos, quienes despliegan tácticas en busca de pistas que conduzcan a los captores. La Policía ha optado por un manejo prudente de la información para proteger las investigaciones en curso y asegurar un desenlace favorable para la víctima.
Fuentes de la investigación confirmaron que los captores realizaron una segunda comunicación pasada la tarde del martes, poco después del plazo límite impuesto para el pago del rescate. Las autoridades continúan analizando la procedencia de la llamada, que se habría originado en una línea activada en 2023 en la región de Alto Paraná.
La situación generó declaraciones controversiales del ministro del Interior, Enrique Riera, quien en una rueda de prensa mencionó que “pagaría lo necesario” para rescatar a Fiedler. Estas palabras recibieron críticas al contradecir la política de no negociación con secuestradores. Posteriormente, el ministro pidió disculpas, alegando que se trató de una reacción instintiva.
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En el domicilio donde ocurrió el secuestro, Rudy Fiedler, padre de Silvio, relató que los captores actuaron con violencia extrema. Ingresaron armados y con el rostro descubierto, inicialmente con intenciones de robo. Al no encontrar dinero en la vivienda, los hombres decidieron llevarse a Silvio, quien había acudido para proteger a sus padres tras escuchar el alboroto.
El operativo policial continúa en la zona de Mbaracayú, con la esperanza de obtener más información sobre los secuestradores, quienes, según testigos, hablaban con un marcado acento brasileño.
Fuente: Última Hora
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