Hospital general pediátrico “Niños de Acosta Ñu”Gentileza. ABC
En Paraguay, el salario de una enfermera nombrada es menor que el cupo de combustible mensual de cinco millones de guaraníes que los legisladores buscan reinstaurarse, situación que genera indignación en el gremio de salud. La diferencia de beneficios entre el personal de blanco y los legisladores se amplía con el seguro médico “VIP” que estos últimos pretenden, valorado en 1.200.000 guaraníes, mientras que el personal de salud permanente cuenta con un seguro de apenas 300.000 guaraníes y las enfermeras contratadas carecen de cobertura médica.
La Licenciada Nelly Giménez, secretaria del Sindicato del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, expresó su preocupación sobre esta situación: “Todo el equipo de salud en hospitales es esencial, pero el personal de blanco enfrenta un salario estancado. El salario de los nombrados es de 4.320.000 guaraníes y el de los contratados es de 3.650.000 guaraníes, cifras que se han mantenido por más de una década sin aumentos, mientras los costos de vida siguen en aumento”, señaló.
La licenciada destacó que el esfuerzo de las enfermeras no se ve reflejado en sus ingresos y que, pese a las duras jornadas laborales, año tras año deben acudir al Parlamento a solicitar mejoras salariales. “En tiempos de pandemia, nos llamaban héroes, pero no queremos ser héroes, queremos un reconocimiento justo. Esto no es solo un trabajo, es una vocación, pero aun así necesitamos un salario digno”, añadió Giménez, evidenciando la disparidad entre las condiciones laborales de los legisladores y el personal de salud.
Comparando los beneficios solicitados por los legisladores y los otorgados a las enfermeras, Giménez explicó su realidad: “Vivo en Itauguá y trabajo en San Lorenzo, y corro con mis propios gastos de combustible. El seguro médico que tenemos los nombrados es de 300 mil guaraníes, y los contratados ni siquiera tienen seguro. Mientras ellos piden un seguro VIP, nosotros solo contamos con los servicios básicos de salud pública”.
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La realidad de las enfermeras contrasta con la de los legisladores, quienes tienen flexibilidad para trabajar a distancia y privilegios adicionales. Giménez enfatizó que, cuando el personal de blanco necesita atención médica, recurre a hospitales públicos sin la opción de sanatorios privados, enfrentando descuentos salariales en caso de ausencia laboral.
Además, la falta de recursos en el sistema de salud pública sigue siendo una problemática constante. “Las deficiencias en salud pública persisten, sin avance alguno. Los que estamos en el sistema vemos a diario la falta de insumos y hacemos lo que podemos para que los pacientes no tengan que comprarlos por fuera”, comentó Giménez, quien recordó que la reciente indignación expresada por el presidente Santiago Peña sobre las condiciones en el Hospital Nacional no ha resultado en cambios significativos.
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Para hacer frente a estas carencias, el Sindicato organiza actividades como ferias y rifas para cubrir necesidades de insumos médicos, especialmente en pacientes con corazón artificial que requieren cuidados e insumos específicos. “Los costos de los insumos son elevados, y nos esforzamos cada día para brindarlos”, concluyó Giménez, reafirmando el compromiso de las enfermeras con los pacientes pese a las difíciles condiciones.
Fuente: ABC Color
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