Uruguay vivirá el próximo 24 de noviembre un balotaje que definirá su próximo presidente entre dos figuras con estilos y trayectorias similares: Yamandú Orsi y Álvaro Delgado. Orsi, representante de la coalición de izquierda Frente Amplio y ex intendente de Canelones, se enfrentará a Delgado, exsecretario de la Presidencia por el oficialista Partido Nacional. Ambos candidatos lograron destacarse en la primera vuelta, con Orsi a la cabeza tras obtener el 43,7% de los votos y Delgado siguiéndolo con el 26,9%.
Para los uruguayos, esta elección enfrenta dos propuestas de gobierno que, según expertos, tienen más puntos en común que diferencias, un contraste con las polarizadas competencias de otras democracias. Según el politólogo Adolfo Garcé, la campaña ha tenido un enfoque centrista y ha priorizado el diálogo por encima de la confrontación, algo que caracteriza tanto a Orsi como a Delgado. Sin embargo, aunque ambos coincidan en cuestiones de políticas públicas, cada uno aporta una visión distinta en temas como la economía y la seguridad.
Yamandú Orsi, de 57 años y profesor de historia, fue intendente de Canelones, el segundo departamento más poblado de Uruguay, y es conocido por su cercanía con el expresidente José “Pepe” Mujica. Durante su mandato como intendente, Orsi impulsó políticas de desarrollo social y económico. Por su parte, Delgado, veterinario de 55 años y exsenador, formó parte del gobierno de Luis Lacalle Pou, siendo clave en la gestión de la pandemia de COVID-19. Ambos candidatos han enfatizado la necesidad de trabajar en la erradicación de la pobreza infantil y en el fortalecimiento de la educación.
Leé más: Elecciones en Uruguay: principales candidatos y temas clave
La incertidumbre marca esta segunda vuelta. Para los votantes de otros partidos que quedaron fuera del balotaje, el próximo presidente deberá encarar temas sensibles como la desigualdad y la inseguridad. Con un Producto Interno Bruto que crece a un ritmo del 3,5% anual, los temas económicos preocupan a la ciudadanía, especialmente el desempleo y la inflación. Sin embargo, la seguridad pública es el tema que despierta mayor interés: Uruguay ha experimentado un aumento en la criminalidad, con cifras de homicidios que casi duplican las de 2005.
El resultado también dependerá de la preferencia de los votantes del Partido Colorado, que obtuvo un 16,1% de los votos, y que tradicionalmente se inclinan hacia el centro-derecha. También se espera que el voto de partidos menores se divida, aunque no necesariamente de forma unificada. La politóloga Rosario Queirolo señala que, si bien es probable que algunos votantes de partidos oficialistas apoyen a Delgado, otros podrían ver en Orsi una opción viable.
Unite a nuestro canal de WhatsApp
En cuanto a sus estrategias, Orsi ha utilizado el lema de “honestidad” en su campaña, una respuesta directa a los recientes escándalos en el gobierno de Lacalle Pou. Delgado, por su parte, ha retado a Orsi en temas de política exterior, instándolo a expresar su postura sobre Venezuela, un país que Orsi finalmente calificó como dictadura en un acto de campaña. Este tipo de desafíos, junto con el debate obligatorio antes del balotaje, podrían inclinar la balanza hacia Delgado, quien tiene una extensa experiencia en el Parlamento.
Con un panorama en el que ambos candidatos proponen cambios graduales en lugar de giros radicales, el politólogo Garcé advierte sobre un posible riesgo de falta de contraste: “Si los candidatos convergen demasiado, el sentido de la elección democrática puede perderse”. Así, el desafío para ambos será diferenciarse lo suficiente para captar el apoyo de quienes todavía no tienen una decisión clara en esta segunda vuelta electoral.
Fuente: BBC
Esta web usa cookies.