Ataque en Irán deja 10 muertos en zona de tensión fronteriza

Al menos 10 personas perdieron la vida este sábado en la región de Sistán-Baluchistán, al sureste de Irán, en un ataque que se produjo en una zona marcada por la violencia constante y que involucra a fuerzas de seguridad, rebeldes de la etnia baluchí, grupos sunitas radicales y redes de narcotráfico. Los hechos ocurrieron en un área ubicada a 1.200 kilómetros de Teherán, la capital iraní, reportaron las agencias locales de noticias Mehr y Tasnim.

Aunque ningún grupo ha reivindicado aún el ataque, las autoridades locales calificaron el incidente como un acto terrorista. La región de Sistán-Baluchistán es fronteriza con Pakistán y Afganistán y es conocida por sus tensiones permanentes. Esta zona alberga a la minoría étnica baluchí, un grupo que practica el islam sunita en contraste con la mayoría chiita del país.

Los enfrentamientos en Sistán-Baluchistán son recurrentes y suelen involucrar a fuerzas de seguridad iraníes y diversos actores armados, entre ellos rebeldes baluchíes y grupos vinculados al extremismo sunita. Además, la región es un punto estratégico para el narcotráfico, lo cual intensifica aún más la violencia. Las fuerzas de seguridad iraníes son blanco de frecuentes ataques en la región, donde diversos grupos buscan hacerse con el control de las rutas de tráfico de drogas y enfrentan la fuerte presencia de autoridades iraníes.

A principios de octubre, la región vivió otro episodio sangriento cuando seis personas, incluidos miembros de la policía iraní, fallecieron en dos atentados distintos. Los ataques fueron reivindicados por el grupo yihadista sunita Jaish al Adl, también conocido como Ejército de la Justicia, con sede en Pakistán y que mantiene una actividad constante en el sureste de Irán.

El gobierno iraní ha redoblado sus esfuerzos para controlar la situación en esta zona crítica, pero la cercanía a dos países en conflicto y la presencia de narcotraficantes complican las labores de seguridad. Estos desafíos han convertido a Sistán-Baluchistán en una de las regiones más inestables de Irán, con una población que enfrenta una elevada pobreza y se encuentra atrapada en medio de esta violencia continua.

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La comunidad internacional, especialmente los países vecinos, sigue de cerca la situación en Sistán-Baluchistán. La cooperación entre Irán, Pakistán y Afganistán ha sido limitada, a pesar de los efectos transfronterizos de estos enfrentamientos. Sin un control claro, la región podría experimentar un aumento en las actividades de grupos extremistas, lo cual generaría nuevas tensiones y desplazamientos.

Los constantes incidentes en Sistán-Baluchistán destacan la complejidad de los conflictos étnicos y religiosos en Irán, especialmente en áreas de frontera donde el control del Estado enfrenta desafíos diarios. La falta de desarrollo y la inseguridad permanente contribuyen a mantener la región como un foco de conflictos, dificultando las perspectivas de paz y estabilidad en esta área del país.

Fuente: DW

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