El Streptococcus pyogenes, comúnmente conocido como estreptococo, es una bacteria transmisible a través de gotitas respiratorias o contacto directo con personas infectadas. Este microorganismo, que afecta principalmente a la población pediátrica, puede provocar desde infecciones leves hasta cuadros clínicos graves que requieren atención médica inmediata.
La bacteria puede manifestarse a través de diversos síntomas, principalmente afectando las vías respiratorias con cuadros de faringitis, faringoamigdalitis, otitis media y sinusitis. También puede causar infecciones cutáneas como escarlatina, impétigo, celulitis y erisipela. En casos más severos, puede evolucionar a condiciones graves como miositis/fascitis necrotizante, sepsis, meningoencefalitis, neumonía, artritis séptica, síndrome del shock tóxico estreptocócico y endocarditis.
La transmisión ocurre cuando personas infectadas propagan la bacteria al hablar, toser o estornudar. El contacto con objetos y superficies contaminadas también representa un riesgo de contagio. Recientemente, un caso fatal en Capiatá, donde una estudiante falleció en el Hospital de Acosta Ñu debido a complicaciones respiratorias causadas por esta bacteria, ha destacado la importancia de la atención médica temprana.
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Las autoridades sanitarias enfatizan la importancia de evitar la automedicación y buscar atención médica inmediata ante la aparición de síntomas. Actualmente no existe una vacuna contra esta bacteria, lo que hace crucial la implementación de medidas preventivas efectivas.
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Entre las medidas preventivas fundamentales se encuentra el lavado frecuente de manos con agua y jabón, especialmente después de toser o estornudar y antes de manipular alimentos. Es esencial mantener los ambientes ventilados, evitar el hacinamiento y no compartir objetos personales como toallas, cubiertos, vasos o bombillas.
Las personas infectadas deben evitar lugares públicos y limitar los contactos en el hogar. Se recomienda el uso de mascarillas al toser y la eliminación adecuada de pañuelos desechables. La limpieza y desinfección regular de superficies y juguetes con lavandina o alcohol al 70% completan las medidas preventivas básicas para reducir el riesgo de transmisión.
Fuente: ABC Color