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Catalino Mancuello: Fue a Argentina para un futuro mejor, pero regresó a sus raíces en Caaguazú

Catalino Mancuello fue a Buenos Aires en busca de un futuro mejor pero retornó a la chacra familiar en Caaguazú, debido a la lucha por la agroecología y evitar que los campesinos sean desplazados por el agronegocio.

Foto: Gentileza.

Catalino Mancuello, oriundo de Caaguazú, es el claro ejemplo de cómo el retorno a las raíces puede transformar una vida y salvar una comunidad. El joven viajó a Buenos Aires, buscando un futuro que creía distante de su tierra natal, pero luego decidió regresar a la chacra familiar para luchar por la sostenibilidad y la preservación de las tierras campesinas, amenazadas por el avance del agronegocio.

Su chacra, se encuentra a unos 220 kilómetros de la capital, cuenta con 10 hectáreas donde Catalino y su familia cultivan maíz, mandioca, hortalizas y porotos. También crían animales como vacas, cabras, cerdos y gallinas, y recientemente añadieron la piscicultura con estanques de tilapias y pacús. Lo que no consumen, lo venden a los vecinos y a través de una red de productores agroecológicos en Cultiva Paraguay, organización que lucha por proteger la agricultura familiar y evitar el desplazamiento rural.

La historia de lucha de los Mancuello comenzó con sus padres, Gregorio y Aurelia, quienes fueron dirigentes rurales. Cuando el agronegocio amenazaba con arrasar sus tierras, fundaron Cultiva Paraguay junto con otros productores para proteger su forma de vida y mantener el arraigo a la tierra. Catalino, formado en el Instituto Agroecológico Latinoamericano (IALA) Guaraní, continúa esa lucha, promoviendo la agroecología como alternativa al modelo industrial.

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Además de trabajar en la chacra, Catalino asesora a comunidades indígenas guaraníes, ayudándoles a producir alimentos de manera agroecológica. “El monte está deteriorando mucho, ellos ya no pueden cazar ni recolectar como antes lo hacían, entonces es fundamental que aprendan a cultivar”, comenta. Su trabajo con 16 comunidades busca enseñarles a ser autosuficientes y evitar que cedan sus tierras al cultivo intensivo de soja y maíz.

La unión es la clave principal para Catalino

“Los campesinos somos los que producimos alimentos para la gente, por eso es vital estar unidos”. Cada año, la Red de Productores Agroecológicos organiza ferias en Asunción, donde los pequeños productores pueden vender sus alimentos y semillas. Estas semillas, primero son verificadas por el Senave, y son fundamentales para preservar la diversidad y evitar la dependencia de las grandes empresas.

“Nosotros siempre producimos nuestras semillas, de calidad y adaptadas a nuestra tierra. Ahora hay leyes que quieren privatizarlas y eso nos perjudica”, lamenta Catalino, quien se mantiene firme en su lucha por proteger el futuro de los pequeños agricultores y su conexión con la tierra.

Fuente: Bichos de campos