La trágica muerte de Liam Payne, exmiembro de One Direction y artista solista, a la edad de 31 años ha causado un gran impacto en el mundo de la música. El cantante falleció tras caer desde un balcón del tercer piso del Hotel CasaSur Palermo, en Buenos Aires, el miércoles pasado. La Fiscalía argentina informó que la causa de muerte fueron múltiples traumatismos y hemorragias internas y externas, resultado de la caída.
Un informe toxicológico revelado tras una autopsia parcial confirmó que Payne tenía en su organismo “cocaína rosa”, una mezcla de metanfetaminas, ketamina y MDMA, junto con otras sustancias como cocaína, benzodiazepinas y crack. Además, en su habitación se encontró una tubería de aluminio improvisada, lo que sugiere el uso de drogas. Este hecho ha suscitado debates sobre el bienestar de los artistas jóvenes y el consumo de estupefacientes en la industria musical.
| LIAM PAYNE (1993-2024): La muerte de la ex estrella de One Direction ha sido relacionada con la “cocaína rosa”, un cóctel de drogas sintéticas que contiene mezclas peligrosas como ketamina, MDMA y anfetaminas.
Payne tenía múltiples drogas en su cuerpo en el momento de su… pic.twitter.com/m8nFEmx6Ie
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) October 22, 2024
Fuentes cercanas a la investigación han indicado que también se recuperó una botella de alcohol en la escena, aunque no se ha especificado de qué tipo. Estos hallazgos han llevado a un renovado interés por el cuidado y las medidas de protección hacia los artistas jóvenes, muchos de los cuales ingresan a la industria a edades tempranas, como fue el caso de Payne, que se unió a One Direction a los 16 años.
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Este trágico suceso ha reabierto el debate sobre los riesgos que enfrentan los jóvenes talentos en la industria musical. El compositor Guy Chambers fue uno de los que alzó la voz, pidiendo que la industria reevalúe su enfoque sobre los menores en los grupos musicales, recordando que Payne comenzó su carrera a los 14 años cuando audicionó para The X Factor.
Fuente: Megacadena
