Liz Ávalos falleció a los 19 años y la causa apunta a un abandono terapéutico. Foto: Archivo
El reciente fallecimiento de Liz Marlene Ávalos, la primera niña en recibir un trasplante de corazón en el Hospital Acosta Ñu, ha generado un profundo impacto en Paraguay. La joven, que fue trasplantada hace 12 años, murió a los 19 años, y las causas de su deceso fueron investigadas a través de una autopsia, cuyos resultados fueron presentados por el médico forense Pablo Lemir.
Según Lemir, la autopsia reveló que Liz murió debido a un edema agudo de pulmón de origen cardiogénico, relacionado con un problema cardíaco. El corazón de la joven presentaba signos de agrandamiento, especialmente en el ventrículo izquierdo, lo que sugiere una dilatación cardíaca. Esta condición provocó una congestión de las vísceras, lo que fue determinante en el desenlace fatal.
Lemir explicó que todos los órganos de Liz serán sometidos a estudios anatomopatológicos para confirmar las causas subyacentes. Sin embargo, los hallazgos iniciales apuntan a un posible abandono terapéutico. El especialista subrayó la importancia de que los pacientes trasplantados sigan un tratamiento de por vida con medicación inmunosupresora, lo cual podría no haberse cumplido en el caso de Liz.
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El Laboratorio Forense del Ministerio Público no cuenta con los reactivos necesarios para analizar los niveles de medicación inmunosupresora en el organismo de Liz, por lo que no se pudo confirmar si había dejado de consumir los medicamentos. No obstante, la falta de seguimiento médico y el no cumplimiento de las consultas médicas fueron mencionados como factores que agravaron su situación de salud.
Desde los 16 años, Liz había dejado de vivir con su abuela y se fue a vivir con una pareja, lo que complicó su asistencia a las citas médicas y exámenes esenciales para un trasplantado, como la angiotomografía de las arterias coronarias. Esto habría influido en su deterioro de salud.
El caso de Liz Ávalos resalta la importancia del seguimiento médico riguroso para los pacientes trasplantados, quienes, aunque curados de su enfermedad de base, deben mantener tratamientos de por vida para evitar complicaciones graves.
Fuente: Última Hora
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