En el Hospital Nacional de Itauguá, un gesto tan simple como bailar se ha convertido en una poderosa herramienta para motivar a los pacientes con cáncer. Darío López, enfermero del pabellón de oncología, ha encontrado en el ritmo de “Pedro El Escamoso” una forma de aligerar las largas horas de tratamiento de quimioterapia que muchos de sus pacientes deben atravesar. Su intención es clara: hacer que el tiempo pase más rápido y que la dura realidad de la enfermedad sea un poco más llevadera.
López no solo se limita a cumplir con sus funciones como enfermero; su objetivo es generar una atmósfera más optimista dentro del hospital. “Es para que se sientan bien. Cantamos y bailamos para que no sientan esas dos o tres horas que dura su tratamiento. Les alzamos su autoestima”, comentó. Su carisma y dedicación han logrado que pacientes y familiares lo reconozcan como una fuente de apoyo emocional en momentos de vulnerabilidad.
Conmovedor
Enfermero baila para animar a pacientes con cáncer
Al ritmo de «Pedro El Escamoso» busca motivar a los pacientes que tienen que atravesar esta dura enfermedad con un largo tratamiento.
♦️ Se llama Darío López y es trabajador del pabellón de oncología del… pic.twitter.com/lk89BBcf2S
— NPY Oficial (@npyoficial) October 17, 2024
Los pacientes, que a menudo enfrentan un camino largo y difícil en su lucha contra el cáncer, encuentran en el baile de Darío un momento de distracción, pero también de conexión. Ver a su enfermero moviéndose al compás de una canción tan icónica como “Pedro El Escamoso” les devuelve la esperanza y les ayuda a sobrellevar el estrés de sus tratamientos. El simple hecho de reír y disfrutar por unos minutos tiene un impacto positivo en su bienestar mental.
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Este tipo de iniciativas no solo hacen una diferencia en la vida de los pacientes, sino que también reflejan la importancia de humanizar la atención médica. El trabajo de Darío va más allá de lo físico, ofreciendo apoyo emocional en un contexto donde el ánimo juega un papel clave en el proceso de recuperación.
El enfoque de López es un recordatorio de que la medicina no solo implica administrar tratamientos, sino también cuidar del estado emocional de los pacientes. Su compromiso ha tenido un efecto visible, haciendo que los pacientes se sientan acompañados, comprendidos y, sobre todo, valorados en cada paso de su proceso de sanación.
Fuente: NPY