Un episodio de alto voltaje se vivió este jueves en el Congreso Nacional cuando el senador Dionisio Amarilla arremetió verbalmente contra el diputado Raúl Benítez. La tensión escaló luego de que Benítez, crítico acérrimo del cartismo, lanzara cuestionamientos durante una sesión de la comisión bicameral que revisa el informe de la Contraloría General de la República. El legislador cartista respondió a las críticas con insultos, generando una escena de enfrentamiento que marcó la jornada política.
Al finalizar la reunión, Amarilla se dirigió directamente hacia Benítez, increpándolo con insultos. “Sos un pelotudo, pendejo burro”, fueron las palabras que lanzó el senador frente al diputado, quien se ha destacado por sus denuncias contra el copamiento de las instituciones públicas por parte del oficialismo. El intercambio verbal ocurrió tras una serie de observaciones que Benítez hizo sobre el control que la comisión debe ejercer en las instituciones dominadas por el cartismo.
Benítez, visiblemente molesto, relató lo sucedido a los medios, indicando que durante la sesión había cuestionado el manejo de la comisión, especialmente por el hecho de que las principales autoridades son cercanas al oficialismo. “Reclamé que las principales cabezas de la comisión respondan a los intereses del cartismo, y que eso pone en duda la imparcialidad del control que se debe ejercer sobre las instituciones”, explicó el diputado.
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Benítez, por su parte, lamentó la falta de disposición al diálogo por parte del oficialismo y denunció que el país está gobernado por “grupos autoritarios” que no toleran las críticas. “No toleran que una persona no se someta. No pueden soportar que alguien hable en contra de lo que ellos promueven”, afirmó, al tiempo que reiteró su compromiso de seguir denunciando las irregularidades en las instituciones controladas por el cartismo.
El incidente ha provocado reacciones en las redes sociales y en los medios, poniendo en el centro del debate la capacidad de los políticos para manejar el disenso de manera democrática. La escena protagonizada por Amarilla y Benítez representa una grieta cada vez más profunda en la política paraguaya.
Fuente: Última Hora
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