Arturo Alfonso Vera, de 27 años y oriundo del barrio San Pedro de Encarnación, en el departamento de Itapúa, acaba de graduarse como médico cirujano, un logro notable que alcanzó vendiendo helados en las calles para financiar sus estudios. Este joven es un ejemplo de esfuerzo y determinación que ha conmovido a su comunidad y se ha convertido en una inspiración para muchos.
En 2017, Arturo ingresó en la Universidad Nacional de Itapúa para estudiar Medicina, ubicándose en el puesto número siete entre más de 200 postulantes. Desde el principio, tuvo claro que su camino no sería fácil. Con su padre trabajando como olero y su madre como comerciante, Arturo sabía que tendría que encontrar maneras de costear sus estudios. Así, en 2018, comenzó a vender helados, aprovechando cada momento libre para solventar los gastos que exigía la carrera.
El joven también recibió apoyo de la Itaipú Binacional a través de una beca, lo que fue fundamental para que pudiera continuar con sus estudios. Arturo expresa un profundo agradecimiento hacia la entidad y menciona que, sin esta ayuda, su sueño de convertirse en médico habría sido mucho más difícil de alcanzar. La beca le permitió centrarse en sus estudios y aliviar un poco la carga financiera.
A lo largo de su carrera, Arturo contó con el apoyo de su familia y amigos, así como de los directivos de la Facultad de Medicina. Expresa su gratitud hacia ellos, reconociendo que su acompañamiento fue esencial para enfrentar las múltiples dificultades. El nuevo médico cirujano, además, destaca el papel de la fe, mencionando que su devoción fue un pilar durante toda su formación.
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Este lunes, finalmente, Arturo logró su tan esperado título de médico cirujano en la ciudad de Encarnación. Este logro no solo representa el fin de una etapa para él, sino también el inicio de una carrera dedicada a ayudar a otros, inspirado por sus propias experiencias de lucha y sacrificio. Con su historia, Arturo ha demostrado que, con esfuerzo y perseverancia, es posible superar cualquier adversidad y alcanzar metas significativas.
Su historia de superación ha sido ampliamente difundida en medios locales, inspirando a otros jóvenes a nunca rendirse, independientemente de los obstáculos que enfrenten. Arturo Alfonso Vera es ahora un símbolo de esperanza y tenacidad para la comunidad de Encarnación y más allá.
Fuente: Ultima Hora
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