Arenisca. El cerro Kõi es conocido por sus exóticas formaciones de piedra arenisca pentagonal. Foto: Dardo Ramírez.
A unos 30 kilómetros de Asunción, el Cerro Kõi emerge como una joya natural en Areguá, reconocido por ser uno de los tres sitios en el mundo con formaciones de areniscas columnares. Este monumento, declarado reserva natural en 1994, se erige no solo como un atractivo turístico, sino también como refugio para varias especies autóctonas. Cada año, más de 10.000 visitantes recorren sus senderos, atraídos por su singular belleza y valor ecológico.
El cerro alberga una diversa fauna que incluye zorros, mykurês, teju guasu y serpientes, reflejando la vitalidad del ecosistema local. Además, historias sobre avistamientos de venados añaden un toque de misterio al lugar. “Durante el cambio de estación se ven más animales, pero con la llegada de turistas, tienden a refugiarse”, explica Celso Brizuela, guardaparques de la reserva.
Declarado monumento nacional en 1993, el Cerro Kõi ha ganado notoriedad en las últimas décadas. Su altitud de 200 metros sobre el nivel del mar lo convierte en un desafío accesible, pero su terreno irregular requiere precaución. “El recorrido es de dificultad media, pero tiene un tramo que demanda más esfuerzo. Se recomienda usar calzado cómodo y resistente”, indica Brizuela, quien también menciona que el acceso es limitado para proteger tanto a los visitantes como al entorno natural.
En el pasado, el Cerro Kõi fue utilizado como cantera. Aún hoy, muchas de las rutas de Areguá están compuestas por rocas extraídas del cerro. Sin embargo, esta actividad fue detenida para conservar la integridad del ecosistema y evitar la erosión de sus formaciones sedimentarias. Durante la época de lluvias, se restringe el acceso por seguridad, dado que las rocas pueden desprenderse fácilmente.
El sendero principal del cerro, de 1.200 metros, incluye puntos de interés numerados y nombrados con títulos que reflejan la historia y la biodiversidad del lugar, como Kurupa’y Renda y Ita Pucu. Los visitantes reciben una charla introductoria al inicio del recorrido, donde se les orienta sobre las normas de conservación: está prohibido ingresar con bicicletas, realizar campamentos o llevar bebidas alcohólicas.
La peculiaridad del Cerro Kõi radica en sus columnas de arenisca pentagonales y hexagonales, una rareza geológica que solo se encuentra en Paraguay, Canadá y Sudáfrica. Estas formaciones se originaron hace millones de años, debido al enfriamiento de materiales ígneos durante el final del Cretácico. Sin embargo, uno de los desafíos actuales es la falta de señalización adecuada que explique estos fenómenos a los turistas.
El acceso al Cerro Kõi está supervisado por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), y los horarios de visita son de lunes a viernes, de 08:00 a 16:00 horas. Cada recorrido dura alrededor de 50 minutos, permitiendo a los turistas apreciar tanto las rocas únicas como la flora y fauna local.
Diego López, geólogo de la Universidad Nacional de Asunción, destaca el valor económico y turístico del cerro, pero señala la necesidad de mejorar la infraestructura para maximizar su potencial. “Es fundamental que los visitantes no solo recorran el cerro, sino que también se conecten con la cultura local, como la artesanía y la gastronomía de Areguá”, comenta López.
La Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) trabaja en la creación de una ruta turística geológica que vincule al Cerro Kõi con otras atracciones de la zona. Según Blas González, director de la oficina departamental, el cerro no solo representa un patrimonio natural, sino también una oportunidad para dinamizar la economía local. “El objetivo es que los monumentos tengan personalidad propia y beneficien a la comunidad”, resalta González.
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Uno de los desafíos inmediatos, según Brizuela, es mejorar los servicios básicos para los turistas. “Durante los días de mayor afluencia, los baños se saturan y algunos visitantes deben esperar en fila. Además, hace falta renovar las señalizaciones y reforzar la seguridad en los accesos”, afirma. Sin embargo, la preservación del entorno sigue siendo la prioridad para los encargados de la reserva.
El Cerro Kõi, con su mezcla única de historia, biodiversidad y rarezas geológicas, representa un símbolo de identidad no solo para Areguá, sino para todo Paraguay. A medida que se trabaja en su promoción, los responsables confían en que esta maravilla natural se consolide como un destino turístico de referencia a nivel regional y mundial.
Fuente: Última Hora
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