Varias compañías de bomberos voluntarios trabajaron para controlar el incendio en Capiatá. Foto: Dardo Ramírez
Bomberos voluntarios lograron controlar un incendio de grandes proporciones que afectó la fábrica procesadora de Pollos Pechugón, ubicada en Capiatá. El siniestro, que se prolongó por varias horas, consumió gran parte de la infraestructura en la zona posterior lateral del complejo industrial.
El fuego inició en la mañana de este jueves y fue contenido después de un arduo trabajo coordinado entre varias cuadrillas de bomberos, quienes continúan con labores de enfriamiento en el sitio para prevenir que las llamas resurjan. Según informaron los rescatistas, se está prestando especial atención a la zona donde se almacenan cartones, además de monitorear la temperatura en áreas propensas a derrumbes.
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El origen del incendio habría sido una sartén industrial utilizada para la producción de nuggets y hamburguesas. Esta área resultó gravemente afectada, y las autoridades ahora evalúan los daños estructurales en la planta. La parte del entretecho es considerada la más peligrosa debido a su estado crítico, por lo que los bomberos no ingresan allí por seguridad.
Sin embargo, dos trabajadores de la planta fueron trasladados al Hospital Ingavi del Instituto de Previsión Social (IPS) por afectaciones relacionadas con el siniestro. La doctora Karina Álvarez, coordinadora general de la Urgencia del hospital, informó que los empleados Julio Bobadilla y Rodrigo Acuña llegaron en estado estable. Bobadilla presentó síntomas respiratorios debido a la inhalación de humo, mientras que Acuña sufrió una lesión en el tobillo al intentar huir del lugar.
En cuanto a los vecinos de la fábrica, varios de ellos interrumpieron sus actividades laborales para regresar a sus hogares y acompañar a los bomberos en el rescate de familiares y mascotas. La compañía ha informado que sus responsables realizarán un recorrido por la zona para verificar posibles daños en viviendas colindantes y ofrecer ayuda si es necesario.
Los equipos de emergencia contaron con suficiente agua para operar y utilizaron un móvil de altura para ventilar el edificio de manera segura. A pesar de los esfuerzos, los bomberos siguen en el lugar monitoreando el sitio para evitar que las llamas vuelvan a prenderse.
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El incendio ha dejado una considerable pérdida en términos de infraestructura, pero gracias a la rápida intervención de los bomberos, se evitó una catástrofe mayor. La comunidad de Capiatá se mantiene expectante mientras las autoridades investigan las causas definitivas del siniestro.
Fuente: Ultima Hora
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