Peña y Ostfield, cara a cara en inauguración de oficina del FBI en Paraguay

La próxima semana, el presidente Santiago Peña y el embajador estadounidense Marc Ostfield compartirán escenario en la inauguración de la nueva oficina del FBI en Asunción, un evento marcado por la tensión política y diplomática.

Esta oficina será un punto clave en la cooperación en seguridad entre Paraguay y Estados Unidos, una alianza que ha cobrado protagonismo en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción.

El FBI desplegará 15 efectivos de la Policía Nacional previamente entrenados, quienes reportarán directamente a la oficina regional en Buenos Aires. Estos agentes, equipados con recursos del FBI, ya están listos para operar desde las instalaciones del Sistema Bravo, en Tacumbú.

Sin embargo, el ambiente en torno a este evento es mucho más complejo de lo que parece. Peña solicitó a la administración de Joe Biden la salida del embajador Ostfield, tras la ratificación de las sanciones contra Tabesa y las sospechas de persecución política a Horacio Cartes, lo que ha tensado las relaciones entre ambos gobiernos. A pesar de ello, ambos deberán coincidir en la ceremonia de apertura.

El ministro del Interior, Enrique Riera, será el encargado de oficializar la inauguración de la oficina del FBI. La presencia del agregado del FBI en Buenos Aires, Ricardo Hernández, pone en evidencia la importancia estratégica que esta oficina tendrá para la inteligencia regional.

El contexto internacional también juega un rol determinante. Paraguay ha sido identificado como un punto clave en la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo y la corrupción en la región, tal como se revela en la hoja de ruta elaborada por la Casa Blanca. Washington ha instado a Peña a implementar reformas alineadas con los intereses de seguridad de Estados Unidos.

En marzo de este año, ambos países sellaron un convenio para compartir información sensible en la lucha contra delitos transnacionales. Este acuerdo ha permitido a Paraguay y a Estados Unidos coordinar operaciones contra organizaciones criminales como el Primer Comando Capital y el Comando Vermelho, cuyos tentáculos abarcan también Brasil.

Desde 2022, el FBI ha trabajado con las autoridades paraguayas para coordinar la llegada de agentes y el entrenamiento de efectivos de la Policía Nacional. La relación se fortaleció durante el gobierno de Mario Abdo Benítez y continúa bajo la administración de Peña, con la reciente incorporación de 15 oficiales a las fuerzas de inteligencia paraguayas.

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Uno de los hitos más importantes en esta colaboración fue la captura del brasileño-libanés Kassem Mohamad Hijazi, acusado de lavado de dinero. Hijazi fue detenido gracias al trabajo conjunto del fiscal asesinado Marcelo Pecci y la DEA, una acción que simboliza el alcance de la cooperación en materia de seguridad entre ambos países.

A pesar de las tensiones políticas, la inauguración de la oficina del FBI es un paso importante en la consolidación de la seguridad en Paraguay, aunque no exento de controversias que seguirán marcando la agenda diplomática entre ambos países.

Fuente: La Política Online

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