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Israel mata a Hassan Nasrallah en ataque aéreo en Beirut

Hassan Nasrallah, jefe máximo de Hezbollah, falleció en un ataque aéreo israelí en Beirut, lo que aumenta la tensión en la región.

El líder de Hezbollah en el Líbano, Sayyed Hassan Nasrallah. Foto: Reuters

En un ataque aéreo de precisión llevado a cabo por Israel, Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, falleció junto con otros altos mandos de la organización chií en la madrugada de este sábado en Beirut. La operación, según el ejército israelí, tuvo como objetivo el cuartel general del grupo en el suburbio de Dahiyeh, al sur de la capital libanesa, donde los líderes del movimiento terrorista mantenían una reunión.

Un edificio se derrumba este sábado en los suburbios del sur de Beirut. Foto: AP

En el comunicado emitido por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se confirmó que además de Nasrallah, otras figuras clave de Hezbollah también murieron, entre ellos Ali Karki, comandante del Frente Sur. El ejército israelí argumentó que el ataque fue parte de una serie de operaciones para frenar las actividades terroristas del grupo contra Israel.

Hezbollah no tardó en responder. A través de su portavoz oficial, el grupo reconoció la muerte de su líder máximo, quien estuvo al frente de la organización por más de tres décadas, prometiendo continuar la “guerra santa” en venganza y en apoyo a la causa palestina.

La operación ocurrió en medio de una oleada de bombardeos que se extendió por otras regiones del Líbano. Fuentes locales informaron de ataques en Bhamdoun, al este de Beirut, así como en el Valle de Bekaa, donde también se reportaron fuertes enfrentamientos. La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) describió los bombardeos como “violentos” y se espera que el número de víctimas mortales aumente debido a los graves daños sufridos en las zonas afectadas.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, interrumpió su visita a Estados Unidos tras la noticia del ataque. En su intervención ante la ONU, Netanyahu reafirmó la postura de su gobierno de intensificar la campaña militar contra Hezbollah, advirtiendo que las operaciones continuarán mientras la organización represente una amenaza a la seguridad de Israel.

Las explosiones destruyeron varias torres residenciales en los suburbios del sur de Beirut, dejando una columna de humo visible a kilómetros de distancia. Según testigos presenciales, los ataques aéreos afectaron gravemente edificios en el distrito de Haret Hreik, un bastión de Hezbollah. Las FDI no especificaron qué tipo de armamento utilizaron en esta ofensiva, pero se presume que las bombas teledirigidas Bunker Buster, diseñadas para objetivos subterráneos, jugaron un papel clave.

La escalada en el conflicto ha generado una movilización masiva por parte del ejército israelí. Tres batallones de reservistas fueron desplegados hacia la frontera norte del país, donde se teme que Hezbollah pueda llevar a cabo represalias. Simultáneamente, la organización chií lanzó una serie de proyectiles hacia el norte de Israel y la Cisjordania ocupada, intensificando aún más las hostilidades en la región.

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Irán, uno de los principales aliados de Hezbollah, condenó enérgicamente el ataque. El ayatollah Ali Khamenei calificó la operación como una acción imprudente y aseguró que el pueblo libanés hará que Israel se arrepienta de sus acciones. Khamenei también afirmó que Hezbollah cuenta con el respaldo de todo el “eje de la resistencia”, lo que incluye a grupos como Hamas y los hutíes en Yemen, apoyados por Teherán.

La situación en Líbano sigue siendo extremadamente volátil. Mientras se espera que Hezbollah anuncie oficialmente a su sucesor, el temor a una escalada a gran escala crece en la región. Con los últimos acontecimientos, el riesgo de una guerra abierta entre Israel y Hezbollah parece más cercano que nunca.

Fuente: Clarín