Salud

Alzheimer: Estrategias efectivas para retrasar su progresión

Descubre cómo el ejercicio y terapias cognitivas pueden retrasar el avance del Alzhéimer, mejorando la calidad de vida y la función cerebral.

En el mundo hay unas 50 millones de personas con alzhéimer, según la OMS. Juegos como los rompecabezas, ayudan a retrasar la demencia. Shutterstock

El Alzheimer, la forma más común de demencia entre adultos mayores, representa un desafío creciente para la salud pública en Paraguay y el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 esta enfermedad fue responsable del 0,48% de las muertes en Paraguay, mientras que en 2022 se registraron 178 consultas por este trastorno en hospitales públicos del país.

Esta enfermedad neurodegenerativa crónica e irreversible se caracteriza principalmente por problemas de memoria y afecta significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Aunque actualmente no existe una cura, la detección temprana y un tratamiento adecuado pueden mejorar considerablemente la independencia y bienestar de los pacientes.

En ausencia de un tratamiento curativo, la comunidad médica ha dirigido su atención hacia estrategias preventivas y de retraso de la progresión de la enfermedad. Entre estas, el ejercicio físico ha emergido como una herramienta prometedora. Numerosos estudios sugieren que la actividad física regular no solo mejora la función cerebral, sino que también disminuye el riesgo de deterioro cognitivo y puede retrasar el inicio de la demencia.

Los beneficios del ejercicio en el contexto del Alzheimer son múltiples. Actúa como neuroprotector, promueve la supervivencia neuronal, estimula la angiogénesis y neurogénesis, reduce la inflamación y disminuye los factores de riesgo cerebrovasculares. Además, se ha observado que el ejercicio regular puede aumentar el volumen del área hipocampal, proporcionando una mayor reserva cerebral capaz de mitigar el deterioro cognitivo.

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) de Paraguay recomienda realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico, de flexibilidad y de resistencia, al menos tres veces por semana. Esta rutina puede incluir actividades como caminar a paso ligero, bailar, practicar deportes conocidos o aprender nuevos, y realizar tareas físicas cotidianas como jardinería o limpieza.

Leé más: Estudio sugiere efecto protector de la cafeína contra alzhéimer

Complementariamente a la actividad física, mantener hábitos de vida saludables es fundamental. Esto incluye dormir entre 7 y 9 horas diarias, evitar el uso excesivo de pantallas, limitar el consumo de cafeína y otros estimulantes antes de dormir, y mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes y baja en sal y azúcares.

La socialización juega un papel crucial en la prevención y manejo del Alzheimer. Interactuar regularmente con otras personas ayuda a ejercitar habilidades como el lenguaje, la memoria y la concentración, además de contribuir al control del estrés y la prevención de la depresión.

Unite a nuestro canal de WhatsApp

En cuanto a las terapias cognitivas, se recomiendan actividades como escribir, leer diariamente, observar y describir fotografías de diferentes etapas de la vida, utilizar relojes y calendarios grandes para mantener la orientación temporal, y realizar desafíos mentales mediante juegos como sudoku, crucigramas o ajedrez.

Es importante destacar que estas estrategias no solo son beneficiosas para quienes ya han sido diagnosticados con Alzheimer, sino que también pueden ser implementadas como medidas preventivas por la población general, especialmente por aquellos con factores de riesgo o antecedentes familiares de la enfermedad.

Fuente: ABC Color