Vecinos del barrio Mburicaó en Asunción se encuentran en desacuerdo con la reciente instalación de una funeraria en su zona, alegando que el establecimiento opera de manera irregular. Según los residentes, el negocio no cuenta con los permisos municipales necesarios y se encuentra en violación del Plan Regulador, que clasifica el área como una zona residencial AR2A, donde este tipo de negocios no está permitido.
Los vecinos han tomado acción, presentando una nota firmada por alrededor de 120 personas ante la Municipalidad de Asunción. En la misma, solicitan la clausura definitiva de la funeraria, argumentando que su presencia afecta la tranquilidad del barrio y no cumple con los requisitos legales para operar. La casa en cuestión, ubicada en la calle Celsa Speratti 3.593, es un bien incautado al exbanquero Fernando González Karjallo y actualmente está bajo la administración de la Secretaría Nacional de Bienes Incautados y Comisados (Senabico).
La preocupación de los vecinos es clara: el local, que actúa como salón velatorio, no tiene ninguna señalización o placa que lo identifique, lo que ha generado sospechas sobre su legalidad. “El hecho de que no cuente con ninguna señal o patente visible demuestra que se trata de un negocio irregular y clandestino”, reza la carta presentada por los vecinos. Además, los residentes señalan que la propiedad fue alquilada a terceros y que su uso como funeraria contraviene el uso residencial establecido para el área.
Los vecinos han colocado pasacalles en diferentes puntos del barrio, manifestando su rechazo a la instalación de la funeraria. Afirman que la presencia de este tipo de negocio afecta la tranquilidad de la comunidad y altera la naturaleza residencial del entorno.
El conflicto ha escalado hasta la Municipalidad de Asunción, donde los residentes presentaron oficialmente su denuncia el lunes 23 de septiembre. En su pedido, instan a las autoridades a tomar medidas rápidas y efectivas para garantizar el cumplimiento de las normativas urbanas. Argumentan que la funeraria debe ser clausurada inmediatamente por no ajustarse al reglamento de zonificación vigente en la capital.
Por su parte, los vecinos enfatizan que el barrio Mburicaó ha sido históricamente un área residencial tranquila, y temen que la instalación de negocios de este tipo afecte negativamente su calidad de vida. Además, recalcan que el hecho de que el inmueble esté a cargo de Senabico no exime a los ocupantes de cumplir con las normativas locales.
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Hasta el momento, la Municipalidad no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el tema, pero se espera que en los próximos días se realicen las inspecciones correspondientes para determinar si el local cumple o no con las regulaciones necesarias para su operación.
El caso de Mburicaó ha reabierto el debate sobre el uso adecuado de los espacios urbanos en Asunción y el rol de las autoridades para garantizar que las normativas se cumplan, protegiendo así los derechos de los residentes.
Fuente: ABC Color