Foto: Ñanduti
Un fusil recortado y dos paquetes de marihuana fueron hallados enterrados en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. El descubrimiento tuvo lugar en una de las zonas del llamado “pabellón nuevo”, donde las autoridades penitenciarias habían recibido información previa sobre la posible existencia de elementos prohibidos.
El Ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, confirmó el hallazgo y explicó que el arma podría haber estado oculta desde antes del operativo Veneratio, un procedimiento realizado meses atrás en el centro penitenciario para desmantelar redes de contrabando y tráfico de drogas. El fusil encontrado es un arma calibre 1.30, y según las autoridades, presentaba signos de estar enterrado desde hace un tiempo considerable.
Las investigaciones preliminares sugieren que el lugar donde fueron hallados tanto el fusil como los paquetes de marihuana, cerca de la lavandería del pabellón, había sido utilizado por los internos para ocultar este tipo de elementos. Las autoridades creen que la zona elegida, camuflada entre plantas decorativas, les permitía esconder objetos de manera discreta y prolongada.
La operación fue el resultado de un trabajo de inteligencia interna, según explicó Nicora. Agentes penitenciarios recibieron información confiable sobre el área donde se encontraba enterrado el fusil, lo que permitió el despliegue del operativo que culminó con el hallazgo. A raíz de este descubrimiento, algunos reclusos del pabellón fueron aislados de la población general y se evalúa su traslado a otras penitenciarías.
El ministro destacó que, aunque la situación es preocupante, el trabajo coordinado entre las fuerzas de seguridad y el sistema penitenciario ha permitido detectar estos elementos peligrosos antes de que pudieran ser utilizados para actos delictivos dentro del penal.
Este hallazgo pone en evidencia los desafíos de seguridad que enfrenta la principal penitenciaría del país, donde el control de la población reclusa y la prevención del tráfico de armas y drogas sigue siendo un reto constante.
Las autoridades continúan las investigaciones para determinar cómo el fusil y la marihuana ingresaron a la penitenciaría y quiénes podrían estar involucrados en su ocultamiento. El caso abre nuevamente el debate sobre la necesidad de mejorar los sistemas de control y vigilancia dentro de las cárceles paraguayas.
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Se espera que en los próximos días se tomen nuevas medidas de seguridad para evitar que este tipo de hallazgos se repita en otros centros penitenciarios del país.
Fuente: Ñanduti
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