La devastación en Gaza continúa siendo crítica a casi un año del inicio de la ofensiva israelí contra Hamás. Un análisis de imágenes satelitales realizado por los investigadores Corey Scher y Jamon Van Den Hoek revela que, hasta el 13 de septiembre de 2024, un 58,7% de los edificios en Gaza estaban dañados o destruidos. Esto representa alrededor de 169.000 inmuebles afectados por el conflicto.
El impacto más severo ocurrió en los primeros meses de la guerra, desencadenada tras el ataque de Hamás en el sur de Israel en octubre de 2023. Desde entonces, el Ejército israelí ha bombardeado intensamente la Franja de Gaza, un territorio densamente poblado y en constante crisis humanitaria. La ONU reporta que más de 41.400 personas han perdido la vida en Gaza como consecuencia de este conflicto.
Las zonas fronterizas devastadas
En el norte de la Franja, particularmente en Ciudad de Gaza, donde vivían aproximadamente 600.000 personas antes del conflicto, se estima que un 73,9% de los edificios han sufrido daños o han sido destruidos. En Rafah, ubicada en el sur y cercana a la frontera con Egipto, casi la mitad de los inmuebles (46,3%) se encuentran en condiciones similares.
Menos de la mitad de hospitales operativos
El daño no se limita solo a las infraestructuras residenciales. Según la ONU, menos de la mitad de los hospitales en Gaza están operativos, muchos de ellos gravemente afectados por los bombardeos. El hospital Al Shifa, el más grande de la Franja, ha quedado prácticamente inutilizado. Además, al menos 70% de las mezquitas han sido dañadas o destruidas, y cerca del 85% de las escuelas han sufrido impactos directos o indirectos.
68% de carreteras, tierras y granjas destruidas
La destrucción también ha alcanzado la red viaria y los campos agrícolas. Un 68% de las carreteras de Gaza están dañadas, lo que dificulta aún más el transporte y la distribución de ayuda humanitaria. En términos agrícolas, se calcula que el 68% de las tierras de cultivo en Gaza han sido afectadas, con daños que incluyen la destrucción de sistemas de riego, granjas y maquinaria.
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Este nivel de destrucción no tiene precedentes en los conflictos recientes, según Antonio Guterres, secretario general de la ONU, quien describió la situación como “inimaginable”. Las operaciones militares continúan, y el sufrimiento de la población civil sigue creciendo día a día.
Fuente: AFP
