La celiaquía es una enfermedad que, además de afectar el sistema digestivo, puede desencadenar varios trastornos asociados. Es más frecuente en mujeres y su incidencia ha crecido en los últimos años, afectando a más personas alrededor del mundo.
La enfermedad se produce por la intolerancia al gluten, lo que provoca una inflamación en el intestino delgado. Esta afección afecta la absorción de nutrientes esenciales y puede derivar en complicaciones adicionales.
A pesar de su prevalencia, la celiaquía sigue estando infradiagnosticada. En muchos casos, los síntomas son leves o inespecíficos, lo que lleva a un retraso en el diagnóstico. Se estima que muchas personas desconocen que padecen la enfermedad, lo que aumenta el riesgo de desarrollar otros trastornos.
Dermatitis herpetiforme
Esta enfermedad autoinmune se presenta como ampollas en la piel, que suelen aparecer en codos, rodillas, espalda y glúteos. Aunque todas las personas con dermatitis herpetiforme son celíacas, no todos los celíacos presentan esta manifestación cutánea.
Intolerancia a la lactosa
La inflamación intestinal también puede afectar la producción de lactasa, la enzima que descompone la lactosa, generando una intolerancia temporal a este azúcar presente en productos lácteos.
Diabetes tipo 1 y tiroiditis de Hashimoto
La celiaquía está estrechamente relacionada con enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1 y la tiroiditis de Hashimoto. Las personas con estas afecciones tienen un mayor riesgo de ser diagnosticadas con celiaquía.
Anemia y osteoporosis
La mala absorción de nutrientes como el hierro, el calcio y la vitamina D puede provocar anemia y osteoporosis en personas celíacas no diagnosticadas o que no siguen una dieta sin gluten.
Infertilidad
La deficiencia de ciertos nutrientes causada por la celiaquía también puede afectar la fertilidad, retrasar la menarquía y provocar menopausia prematura en algunas mujeres.
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Precauciones adicionales
Además de seguir una dieta estricta sin gluten, es importante tener cuidado con el consumo de medicamentos, cosméticos y hasta material escolar que puedan contener trazas de gluten. La contaminación cruzada en la cocina es otro riesgo que debe evitarse con utensilios exclusivos.
Fuente: Pronto.es
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